El comienzo es el siguiente (by Hada Fitipaldi):
El viento me golpeaba con fuerza la cara, mientras intentaba escapar del pesado de Michael. Durante el verano, yo al fin había cedido ante sus persistentes intentos para que saliéramos un día a tomar algo. Michael era mi amigo desde tiempos inmemoriales, ambos jugábamos juntos en la guardería, junto con Iris, y hemos ido creciendo yendo al mismo colegio. Pero desde que entramos en el instituto, y las tediosas hormonas de Michael se revolucionaron, su interés por mí cambió drásticamente. Por eso huía de él, yo seguía queriendo un amigo para tomar café, y el quería una amiga con derecho a roce para experimentar en la cama.
Aparqué mi moto nueva, regalo por mi diecisiete cumpleaños, en el instituto, y me encaminé hacia la puerta en busca de Iris. El ambiente era aún pegajoso, ya que el verano nos regalaba sus últimos resquicios de calor, y estábamos muy próximos a una playa. Fiel a la promesa que le hice a mi amiga, para la que el primer día del último año de instituto tenía que ser memorable, me había puesto unos shorts vaqueros y una camiseta negra un poco escotada. Teníamos que ir arrebatadoras, según sus palabras, y yo había hecho lo posible, aunque no me apeteciera demasiado.
Cuando estaba subiendo las escaleras, los gritos desde el aparcamiento me llamaron la atención. Como tenía que esperar a mi amiga, me detuve. Dos chicos se encontraban subidos en sendas motos de carreras, y mantenían la rueda trasera en el aire, en un equilibrio inestable. Sus miradas estaban cruzadas en un claro desafío, mientras un grupo de unos diez estudiantes los vitoreaban.
-Ocho, nueve, diez…-cada vez elevaban más sus voces, hasta convertirlas en un aullido excitado-, once, doce…
Hasta que uno de los chicos que iba en las motos, bajó la rueda con estrépito, y entonces si que pude oírlos chillar. Unos cuantos saltaban y abrazaban al ganador, un chico de pelo negro desordenado, que aparcó la moto y se echó a los brazos de sus amigos. El otro chico, por increíble que parezca, también lo abrazó, aunque no pude distinguir si el gesto fue sincero. Pude ver como la pandilla al completo se acercaba hacia las puertas, e inevitablemente, a donde yo me encontraba. Reconocí entre ellos a alguno de los chicos problemáticos ampliamente conocidos en el instituto, la mayor parte de ellos expulsados al menos una vez.
El chico ganador no me sonaba, por eso no pude evitar centrar mi atención en él. Lucía una camiseta negra ajustada, que dejaba ver sus anchos hombros, y los vaqueros, muy desgastados, caían peligrosamente siendo solo frenados por los huesos de sus caderas. Todo en él parecía grande, incluso sus ojos, de un verde muy oscuro, que se clavaron en los míos, con un brillo que no supe identificar, mientras esbozaba una leve sonrisa al pasar por mi lado.
El chico ganador no me sonaba, por eso no pude evitar centrar mi atención en él. Lucía una camiseta negra ajustada, que dejaba ver sus anchos hombros, y los vaqueros, muy desgastados, caían peligrosamente siendo solo frenados por los huesos de sus caderas. Todo en él parecía grande, incluso sus ojos, de un verde muy oscuro, que se clavaron en los míos, con un brillo que no supe identificar, mientras esbozaba una leve sonrisa al pasar por mi lado.
-Mirad chicos, teníamos espectadores -el ganador me señaló con el dedo, se paró junto a mí unos instantes, y me miró de arriba a bajo, deteniendo la vista en mi pecho-. Parece que ese sujetador que llevas te está apretando un poco esos preciosos pechos que tienes, si quieres me ofrezco voluntario para liberar esa tensión.
Como me pilló tan de sorpresa, mi reacción instantánea fue ruborizarme hasta parecer un semáforo en rojo. Antes de que pudiera replicarle, siguió diciendo:
-Ummm, me encantan las chicas que se ponen rojas como si fueran fresones- esta vez se acercó un poco más a mi, y me miró directamente a los ojos-. Dan ganas de lamerlas de arriba abajo hasta que exploten.
-¡Imbécil!, ¡sinvergüenza! -las palabras salieron sin yo ser consciente de las mismas-. Le voy a decir al director ahora mismo que estabais compitiendo en el aparcamiento del instituto. Dime tu nombre.
-Ummm, me encantan las chicas que se ponen rojas como si fueran fresones- esta vez se acercó un poco más a mi, y me miró directamente a los ojos-. Dan ganas de lamerlas de arriba abajo hasta que exploten.
-¡Imbécil!, ¡sinvergüenza! -las palabras salieron sin yo ser consciente de las mismas-. Le voy a decir al director ahora mismo que estabais compitiendo en el aparcamiento del instituto. Dime tu nombre.
Se oyeron abucheos por parte de sus amigos, e incluso pude ver expresiones amenazadoras. El chico intentó calmar los ánimos haciéndoles gestos con las manos, y soltó una risilla tan irritante como encantadora.
-Roberto, nena -arrastró las palabras, como si quisiera darles énfasis-. Recuérdame muy bien como el tío que quiere curar con su lengua todas las zonas rojas de tu cuerpo.
Y con esas últimas palabras, y un guiño de ojo, se despidió de mi, no sin antes ver mi dedo corazón delante de sus narices. Vaya engreído, maleducado y cobarde. Ni siquiera me había dado su apellido para ir con el cuento al director. Aunque me pondría a indagar en seguida. Una voz conocida me sacó de mis ensoñaciones.
-¿Quién era el culo mejor puesto que he visto en años? -Iris apareció ante mi, con su pelo color dorado, y unos ojos marrones muy vivos que miraban de forma alternante a Roberto y a mi-. Si mis sentidos no me engañan, Caroline, estabas hablando con él.
-Tus sentidos te engañan, créeme- la cogí de la mano, mientras tiraba de ella hacia el interior del edificio-. Es un chulo que se estaba metiendo conmigo.
-¿Qué te ha dicho exactamente?.
-Algo sobre mis tetas, queriendo intimidarme.
-Bueno, tampoco lo veo muy raro -Iris bajó la mirada hasta mi escote, sonriendo con aprobación-. Con unas tetas como esas, es imposible pasar a tu lado indiferente, bien podrías aparecer en la portada de la revista Playboy.
Y ante un comentario tan sincero, no pude más que reírme, y darle un achuchón a la que era mi mejor amiga. Ella era así, espontánea, sincera, y aunque sabía que a mi no me gustaba que me dijeran cosas como esa, viniendo de ella jamás podría enfadarme.
La mañana resultó tediosa, entre presentaciones y repartición de nuevos horarios. Había un profesor nuevo de lengua y literatura, Vincent, dijo que se llamaba. Era joven, no llegaría a los treinta años, y tenía un aspecto misterioso y cabizbajo. En seguida llamó la atención de Iris, que me dio varios codazos durante la clase. Gracias al cielo, no vi ni rastro del tal Roberto en toda la mañana.
Cuando llegó el final de las clases, me dirigí hacia mi moto, no sin antes despedirme de Iris, y quedar para tomar algo por la tarde. Agradecí de nuevo el contacto del aire en mi cara, que me atrapaba y hacía que me librara de todo lo que me rodeaba. Me gustaba afrontar las cosas, y me consideraba valiente, pero me gustaba pensar que en la moto podría escapar de cualquiera e ir a donde quisiera.
Llegué a la curva que daba acceso a mi calle, cuando de pronto, una moto me adelantó por el interior, haciendo que me tambaleara de forma inestable. Totalmente indignada, apreté el acelerador para ponerme al lado del motorista temerario y poder gritarle a gusto. Pero antes de que tuviera que alcanzarlo paró su moto y se apeó de la misma. Había aparcado justo en la puerta de al lado de mi casa. Me acerqué un poco a él, ya que no solía desistir fácilmente.
Quería darle su merecido. Cuando se volvió y pude ver su rostro, casi me desmayo. La cara de Roberto apareció de debajo del casco, y me sonrió saludando con una mano. La furia empezó a hervir en mis venas.
Quería darle su merecido. Cuando se volvió y pude ver su rostro, casi me desmayo. La cara de Roberto apareció de debajo del casco, y me sonrió saludando con una mano. La furia empezó a hervir en mis venas.
Y estas son las continuaciones que participan en este proyecto:
Halaaaaaaaa, que complicado va a ser, jajaja. Muchísima suerte a todas.
ResponderEliminarBesotesssss.
Upsss, se me olvidó votar, jajaja, mi voto va para Gisela.
ResponderEliminarMucha suerte, wapi. Besotesssss
Hola!!
ResponderEliminarNo soy miembro de este club pero, sinceramente, (aunque todas están muy bien) la continuación que más me ha gustado ha sido la de Sonia Rodríguez.
Besos y suerte a todas las articipantes!! <3
todas las continuaciones son fantasticas pero yo voto por la de Yarit
ResponderEliminarbesos y suerte a todas
Bueno... ¡Qué difícil!! En fin, me gustó el final que le dio Angela, es un poco más romántico, diría yo, jeje!! Que pena que tenga que votar por uno: hay 3 que me han gustado mucho, pero bue... me quedo con el de Angela.
ResponderEliminarHola suerte a todas!!! Me gustaron mucho los relatos.
ResponderEliminarMi voto es para Valnelia
Wow esto está intenso!!! Todas han hecho un buen trabajo, pero en definitiva lo impredecible es lo que me encanta así que voto por Gisela.
ResponderEliminarBesos ;)
Me gustaron todas las continuaciones, me pareció que todas le dieron un súper giro a la historia. Pero me quedo con el de Sonia, me gustaría mucho ver que pasa luego de lo que ella ha relatado. Besos!
ResponderEliminarolaa chikas..!! aff toy indecisa entre dos jajajaj xD que dificil es votar jeje bueno me gusta el giro que le dio Gisela a la historia... osea todos hombres se creen mejores que nosotras para manejar pss porr favoorr jaja me gusto mucho y upss hey michael detente ahi...!! xD mi voto es para la continuacion de Gisela..!!
ResponderEliminarDe todos los finales me quedó con el de Gisela, con todo lo que le puso entrega muchas posibilidades al que la continue, y está muy interesante. Así que voto por ella XD.
ResponderEliminarMuy dificil la decisión... todas son muy buenas y me gustaron mucho pero para mi la que más me gustó fue Gisela porque se me hace que es más intrigante el momento en que su mejor amigo se aproxima y así... Suerte para todas...
ResponderEliminarVoto: Gisela
mi voto es para SONIA
ResponderEliminarfue dificil pero me gusto mucho
Holaaa acabo de enterarme de este maravilloso reto y ha sido realmente difícil votar. He leído todas las continuaciones, y finalmente votaré a Valnelia. Pero que sepáis todas que me han encantado vuestras continuaciones. Espero poder leer la continuación de la continuación, valga la redundancia,pronto.
ResponderEliminarUn gran saludo y esperarme, porque creo que me voy a unir a este club juju
Madre mía, esto es complicadísimo. Casi prefiero no votar, pero quería decir que me han gustado todos muchísimo, de verdad, que cantidad de giros se le puede dar a una historia, y super bien narrados!!!! Aunque me cuesta sangre votar, como hay que decidirse, voto a Valnelia, porque me han encantado los diálogos y el carácter de los protas. Muchas felicidades a todas porque os ha quedado fabuloso. Un besazo!!
ResponderEliminarme gusta el final de sonia Rodriguez, aunque los demás también están geniales. Buena suerte a todas, que sois unas estupendas escritoras.
ResponderEliminarBesos.
Hola Dulce!, hay que ver cuanta aceptación ha tenido esta vez esta parte del reto, ahora nos pones las cosas más complicadas ya que hay mucho donde elegir y todas unas muy bellas continuaciones... pero me quedo con el de Valnelia por que ella ha creado un Roberto más noble... Saludos
ResponderEliminarXo voto x el d Sonia.R !! Todos estavan bien pro me gusto ese ;)
ResponderEliminarHola!, yo doy mi voto a la continuación de Valnelia, ya que nos presenta a un Roberto descarado, pero a la vez amable. Hasta la bestia más fiera tiene corazón... Saludos y sigan con estos retos tan entretenidos!, chao!!!
ResponderEliminarhola a todos! a estado bastante dificil pero el q mas me ha gustado a sido el de Sonia R.
ResponderEliminarBesos!!
Me he encontrado con tu blog por casualidad, tiene muchas socias este club!
ResponderEliminarhe visto lo de las votaciones y no sé si mi voto cuente por hacerme seguidor hoy XD; pero aun así decir q me gustó la continuación de Gisela y q espero seguir leyendo más de este proyecto.
No me deja publicar desde mi perfil, no sé por qué =(, espero q no sea problema =)
Me encantaron todos pero como tengo que votar por uno, elijo el de Gisela.
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