-Roberto, hijo. ¡Que sorpresa verte por estos lares!, y sobre todo en tan buena compañía. ¿Es que no me vas a presentar a esta hermosa joven que hoy te acompaña?. (By Princess Of Dark)
Su mirada cargada de lujuria contenida se posó descaradamente sobre mis pechos durante un largo segundo antes de desviarla y clavarla en mis ojos. ¿Que tenia todo el mundo con mis senos?, empezaba a sentirme acomplejada...
-Papá, ella es mi vecina Caroline -dijo con desgana. Se notaba que entre ellos no había buen rollo-, Caroline, él es Lorenzo, mi padre.
Aunque me encontraba incómoda con la situación y sentía mis mejillas arder de vergüenza por encontrarme bajo el escrutinio de aquél descarado hombre, sonreí igualmente y le tendí la mano respetuosamente.
Lorenzo se acercó más a mi y la tomó entre las suyas y en vez de estrecharla como sería lo correcto, la llevó hacia su boca y allí mismo depositó un beso. Aquello me hizo dar un respingo, ese hombre me daba mala espina ya que destilaba desconfianza por todos los poros. No sabía muy bien porqué pero me daba la impresión de que a Lorenzo no le detendría ni frenaría en absoluto la idea de que una mujer fuese menor de edad y "amiga" de su hijo para conquistarla si era eso lo que se propusiera hacer... recé por que no fuese ese mi caso y me dejara en paz.
Roberto viendo lo incómoda que me encontraba en ese momento, tosió de manera poco disimulada para llamar la atención de su padre que sólo tenía ojos para mi.
-Papá, ¿no tenias hoy reunión? -preguntó con voz ronca y con las manos cerradas en puños. No sé si se daba cuenta de que lo estaba haciendo o no, pero a mi no me pasó desapercibido.
-Así es, pero en cuanto me dijeron en la recepción que habías venido y con compañía, no pude resistirme al impulso de pasar por aquí a ver que tal te iba y de paso saludaros -se notaba que fingía el interés que demostraba por su hijo. Sin dudas solamente quería averiguar que tal era la compañía femenina que traía su descendiente...
-Como ves estamos bien y apunto de cenar -dijo cortante.
Entendía perfectamente su comportamiento, yo también estaba con los nervios encrespados, pero lo disimulaba muy bien.
-En ese caso no os entretengo más -volvió a centrar su atención en mi con una sonrisa pícara dibujada en su rostro maduro-, encantado de conocerte Caroline, espero un día enseñarte yo personalmente el interior de las habitaciones de mi hotel... hasta entonces, que te diviertas con mi hijo.
Sin despedirse de Roberto, salió con paso chulesco del saloncito dejándonos a los dos desubicados. ¿Enseñarme en privado cómo era una de sus habitaciones?, no creo que se refiriese a una ruta turística, seguro que tendría algo más en mente. ¡Lo que me faltaba!, ¡un pervertido que quería llevarme al huerto!. ¿Es que acaso todos los hombres sólo pensaban en eso?. Al menos me consolaba saber que Roberto no era así... y esperaba no estar equivocada.
Antes de que pudiéramos decir algo y romper el silencio que se había formado tras la marcha de Lorenzo, la puerta se abrió dando paso a dos camareros que entraron cargados con bandejas de acero repletas de fuentes llenas de todo tipo de alimentos apetecibles.
Después de servirnos la cena, comimos en silencio y al terminar, Roberto me ayudó a levantarme de la mesa. Parecía avergonzado por el feo compartimiento de su padre y era normal. Si yo tuviera un padre así y se comportarse de esa manera con algún amigo mío, me sentiría también violenta con la situación.
-Perdona a mi padre, él no se da cuenta del daño que hace -se excusó justo en el momento en el que nos acercábamos a su moto-. Hubiera preferido que no lo hubieras conocido. Nunca fue un hombre agradable y desde que mi madre lo abandonó hace diez años para ingresar en el convento "Maria Santissima Bambina" y hacerse monja, cambió a peor y se volvió más amargo y resentido.
-¿Tu madre es monja y vive actualmente en Italia? -pregunté fascinada y a la vez contenta de que Roberto se abriera a mi y me contara cosas personales de su vida.
-Si, se largó de España y regresó a su país de origen sin mirar atrás. No sólo abandonó a mi padre, también se deshizo de mi -su voz se fue apagando poco a poco hasta sonar tan flojo como un simple murmullo.
-Si no quieres hablar de ese tema, por mi no te preocupes... -comencé a decirle consciente de que ahora su rostro reflejaba dolor.
-Tranquila, si pretendo conseguir tu confianza conociéndome mejor, lo más que puedo hacer es hablarte de mi pasado.
-Esta bien, si así lo crees... y dime, ¿tú también naciste en Italia?.
-No, al poco tiempo de que mis padres se casasen, se vinieron a vivir a este país por asuntos de negocios. Mi padre comenzó a invertir en esta cadena de hoteles y empezó a masar una gran fortuna, dejando a mi madre embarazada de mi y sola la mayor parte del tiempo. Los años fueron pasando y mi madre no pudo aguantar más la soledad y la falta de atención de mi padre y decidió regresar a Italia pero como monja. No quiso saber nada más de los hombres, ni si quiera de su propio hijo.
-¡Cuanto lo siento!, debió ser muy duro para ti -dije con apena un hilo de voz. Estaba conmocionada y a la vez cabreada con sus padres... ¿Como pudieron hacerle eso a un niño de apenas nueve años?.
-Al principio sí lo fue, pero según fueron pasando los años me di cuenta de que mi madre no tenía toda la culpa... Y por ello me propuse fastidiar a mi padre.
Lo miré sin entender. ¿Que fue exactamente lo que le hizo a su padre?. Y ahora que lo pensaba mejor, ¿por qué vivía fuera de la casa familiar y compartía piso con dos chicos de dudosa reputación?. No pude resistirlo más y se lo pregunté y la respuesta me dejó de piedra...
-Hice todo lo posible por portarme mal, me metía en peleas callejeras, sacaba malas notas, me fugaba de clases... me metí en el mundo de las drogas e incluso una vez atraqué una gasolinera con dos tipos más. Íbamos armados. Esa vez fue la última vez que metí la pata. Fuimos pillados "in fraganti" y nos metieron en un reformatorio para menores durante unos largos meses. Al salir hice un trato con mi padre, le dije que no me metería en más líos ni le daría más problemas si dejaba que viviera mi vida a mi manera. Le hice comprarme la casa que hay al lado de la tuya y a cambio le prometí volver a los estudios. A Brian e Ian los conocí el tiempo que estuve internado en el centro penitenciario y cuando los tres salimos casi al mismo tiempo, les propuse vivir conmigo. Y eso es todo.
Mientras me confesaba su dura y complicada vida, mantuvo en todo momento sus ojos apartados de los míos. Estaba bien claro que se sentía avergonzado por todo lo que había hecho en el pasado... me acerqué más a él y le agarré de la barbilla con firmeza. Como puede le obligué a que alzara la vista y me mirase.
-Esta bien Roberto, el pasado quedó en el pasado. No me importa lo que hiciste de aquí atrás, me importa el ahora -y antes de que protestara o dijera algo, le di un ligero beso en los labios-. Es tarde ya, ¿regresamos?.
Me regaló una sonrisa preciosa a la vez que me invitaba a subir a la moto. Tomé el casco de entre sus manos y me lo puse. Montamos y regresamos a nuestro barrio. Al llegar nos encontramos a mi hermano Dylan conversando con Jane en la puerta. Miró a Roberto con mala cara y luego a mi con la misma expresión.
-Hermanita, ¿no crees que es tarde ya para andar paseando en moto?.
-Yo también te quiero hermano -le dije con sarcasmo. Me despedí de Roberto dándole un beso casto en la mejilla. No quería seguir escuchando a Dylan renegando.
Les di a la parejita las buenas noches y me fui a dormir. Una sonrisa amplia me acompañó durante toda la noche. Al fin sabía quién era realmente Roberto y estaba feliz de saber que yo para él no era una conquista más. Si había confiado en mi para contarme sus secretos, era por que yo realmente le importaba, ¿no?.
Dejé de pensar en ello cuando al fin caí rendida en un profundo sueño.
***
A la mañana siguiente llegué al instituto muy animada sabiendo que no tardaría en encontrarme a Roberto por allí. Ahora que lo conocía un poco más, me sentía más atraída hacia él. Tenía que confesarlo, el chico me gustaba y estaba ansiosa por verlo.
Iba tan distraída pensando en los acontecimientos de la noche anterior, que no me dí cuenta de que Michael me esperaba enfrente mía. Casi choco con él, pero gracias a su destreza, pudo sujetarme a tiempo antes de que eso ocurriera.
-¿Pensando en él? -dijo con rudeza cuando conseguí erguirme.
-No sé de quién hablas -mentí intentando continuar con mi caminata, pero sin éxito. Michael se movía a la par entorpeciendo mi camino.
-¿Te gustó lo que te hizo en el hotel?, ¿disfrutaste Caroline? -sus ojos me miraban con ira y por un momento pensé que sería capaz de golpearme. Jamás lo había visto así. Según sus palabras me daba a entender que ayer nos había visto paseando en moto juntos y que luego debió de verla aparcada enfrente del hotel-, ¡Ah, claro!, lo olvidé, eras virgen y por ello no puedes saberlo. Yo puedo ayudarte a que tengas con qué compararlo.
Lo fulminé con la mirada y estaba apunto de abofetearlo por su osadía y atrevimiento cuando se lanzó sobre mí y me besó a la fuerza.
Y todo ocurrió muy rápido.
En un momento estaba siendo besada sin mi consentimiento por el que creía que era mi mejor amigo y al otro estaba observando como Roberto golpeaba a Michael sin delicadeza alguna y éste se defendía haciendo lo mismo. Los dos se enfrascaron en una sangrienta pelea mientras todos los alumnos que habían cerca de allí se acercaban a mirar.
Yo miraba la escena con horror y sin saber que hacer para detenerlos.
-¡Deténganse!, ¡Roberto, Michael, basta ya!.
Seguí gritando hasta sentir la garganta dolorida, mientras las lágrimas resbalaban por mi sonrojado rostro. Por eso no la vi venir.
Ella tiró fuerte de mi pelo hasta conseguir tirarme de rodillas sobre el suelo y magullarme por ese inesperado y brusco gesto.
-¡Tú, golfa!, ¡¿no tenías bastante con enrollarte con Roberto que ahora vas a por Michael?!, ¿que pasa tía, sólo te gustan los tíos a los que me tiro o qué?.
La voz estridente de Stacy me llegó alta y clara...
qué asqueroso Michael. Cada día le tengo más asco
ResponderEliminarme encanta como va esta historia... ya quiero saber que pasara!!!
ResponderEliminarUfff...
ResponderEliminarAun no he tenido tiempo para ponerme al día con esta historia...
En cuanto la lea igual me animo a colaborar un poquito jejeje
Hola Bella! te dejo las preguntas para la entrevista, puedes agregarlo algo mas si lo crees necesario, lo que sea. y si puedes me anexas las imagenes de tus libros para subirlas!! saludos!! un beso!!
ResponderEliminarNombre o seudónimo:
Porque elegiste tu seudónimo:
Cuéntanos un poco de cómo te defines:
Como inicias con tu blog:
Que libros has escrito:
Una de tus mayores satisfacciones:
Cual es tu pasión:
Cuales son tus blogs:
¿Algún comentario?
Saludos!
La historia se está poniendo muuy genial... veo potencial en el tema del padre de Roberto, espero que Caroline no vaya a terminar en ningun embrollo que incluya a la mafia :| y en cuanto a Roberto cada vez esta mas tierno <3
ResponderEliminarFantastica continuacion, no puedo esperar para la otra!!
Hola, soy Memetin y me gustaría anunciar mi blog novela. Aquí os dejo mi dirección:
ResponderEliminarwww.descubremesiquieresnovela.blogspot.com
Los trabajos que se presentan es la pequeña novela de Descúbreme si quieres que es de misterio y una serie de relatos de Leyendas urbanas. Bueno, el blog está muy chulo (^_^)
Dulceeeeee!!!
ResponderEliminarPor fin me dejan un poco de tiempo para leerme tu continuacion!!!, me encanta, asi era como tenia pensado que acabase la noche entre Roberto y Caroline^^.
Pues eso mi niña, que me ha encantado y espero que alguien la continue, sino me vuelvo a ofrecer voluntaria^^.
Un besito reina
P.D: Siento estar tan ausente, pero esque encender el ordenador en mi casa significan unos grados mas en el termometro de mi salon...jajajjaja