ENTREVISTANDO A... ELIZABETH BOWMAN

-Háblanos un poquito de ti, si tienes alguna manía a la hora de escribir, una hora concreta en la que fluyan mejor las ideas…

Antes de nada permíteme darte las gracias por contar conmigo y tenerme en cuenta entre el maravilloso elenco de escritores y escritoras que formamos parte del club; me siento tan honrada como agradecida.

De todos es bien sabido que soy una persona muy tímida y que no me prodigo demasiado en las redes sociales; muchas veces he intentado corregir este descuido pero va a ser que conforme me hago mayor me estoy volviendo más adicta a otros hábitos que me proporcionan la tan ansiada paz mental. Esto significa dedicar más tiempo a mis pasiones: las plantas, caminar por el campo, la vida hogareña, hornear y el disfrutar de mi familia, mis amigos y mis gatos.

Respondiendo a tu pregunta: no tengo demasiadas manías a la hora de escribir y de hecho soy una escritora nómada confesa; me adapto súper bien en cualquier estancia, siempre y cuando disponga de silencio y luminosidad. De vez en cuando y para inspirarme para determinadas escenas es cierto que puedo utilizar música clásica de fondo, especialmente de piano. Adoro a Pachelbel y Debussy entre otros.

-Todas las escritoras tienen una novela que han escrito que es su preferida. ¿Cuál es la tuya y por qué?

Lo cierto es que voy a ser la nota discordante porque en realidad no tengo ninguna a la que me deba más que a cualquier otra en particular. Todas mis criaturas literarias encierran una buena parte de mi alma y todas representan, cada una en su tiempo, lo que sea que en ese instante he querido exteriorizar y compartir con el mundo. De hecho cada vez que una de mis historias sale a la luz me siento muy complacida y orgullosa, pero nada más bosquejar los primeros trazos de la siguiente ya me siento por completo inclinada y devota a ella.

-En los últimos meses se habla mucho de los métodos de escritura. ¿Cuál es el tuyo?

Soy una escritora totalmente de mapa. Antes de iniciar una historia dedico bastante tiempo a esquematizar todo lo que quiero y espero que vaya a suceder, del mismo modo que tengo perfilados los caracteres de los protagonistas. De otra forma, sin tener los cabos atados y bien atados, no me atrevo a empezar. Me desquicia andar a la deriva.

Obvio que a veces conforme avanza la trama algún personaje me exige más, quizás algún punto con el que no contaba o escenas extra, pero aparte de esos pequeños virajes que al fin y al cabo no me distraen demasiado del itinerario marcado, suelo mantenerme fiel al plan inicial.

-Hace poco vi que se cuestionaba si era bueno o no matar a algunos personajes, fueran o no protagonistas. ¿Lo has hecho alguna vez? ¿En qué novela? De no haberlo hecho, ¿lo harías?

Cualquiera que haya leído mis historias, sea esta cual sea, se dará perfecta cuenta de que confío absolutamente en el karma y de hecho todos mis villanos reciben su merecido más pronto que tarde. La mayoría de las veces en base a esa justicia divina que tan sabiamente genera el destino y, cuando esta se demora demasiado, a través de la ley de los hombres.

-Y para terminar, ¿cuáles son tus nuevos proyectos? Háblanos un poquito de ellos.

Bueno, alguna cosita hay siempre por ahí, y aunque no soy una autora tan prolífica como otras compañeras, -y no por ausencia de musas si no por falta de tiempo-, confío en que en el 2022 vean la luz al menos dos historias que confío sean del agrado de mis lectoras.

¡Gracias, guapa, un placer saber más sobre ti!