Hola chic@s!, hoy os traigo una muy buena noticia. No sé si sabeis k en el blog Infectados que administran Macu (Infectada-X) e Infectado Cero, han hecho un concurso de relatos Zombies y Maga De Lioncourt (socia del club) ha sido la ganadora de la Segunda Semana del Relato Zombie.
¡¡¡ ENHORABUENA !!!
En total fueron 18 participantes y ella ganó con su relato: "FRÍO"
(Aquí tenéis un pequeño adelanto...):
Frío.
Sacó los pies de la cama después de bastante rato de no escuchar ruidos fuera de la habitación. Se bajó de un salto y prescindiendo de las pantuflas caminó hacia la puerta. Abrió con cuidado, intentando que no fuera a hacer ningún sonido.
La suave luz del pasillo se coló por la abertura, y entonces tuvo la certeza de que sus padres no estaban cerca. Se deslizó por el piso frío y brillante y bajó las escaleras prestando atención de donde ponía cada pie. No quería caerse o tirar algo por descuido y que sus padres descubrieran que estaba fuera de la cama a esas horas.
La casa estaba silenciosa. Pasaban de las dos y media de la madrugada, según supo por el gran reloj de la cocina, y la única luz que le permitía ver por dónde iba entraba por las ventanas desde la calle.
El pestillo de la puerta retumbó con fuerza, y se detuvo un largo minuto para cerciorarse de que nadie se había percatado de ello. Después, por primera vez en sus siete años, abrió la puerta en plena noche y se escabulló al jardín.
La noche estaba fría. Daba la impresión que caminaba cortando capas y capas de aire congelado. En ningún momento se le ocurrió pensar que podría hacer tanto frío afuera, y había salido solo con el corto camisón de algodón, el que tenía un gran dibujo de Picachu corriendo por el pasto mientras sonreía. Los pies descalzos dejaban huellas sobre el piso de madera mojado por el rocío y la piel comenzaba a mostrar un desagradable tono azul.
La pequeña caminó hasta el borde del césped y se detuvo a escrutar la oscuridad. Mirara donde mirase, le parecía encontrar pequeños círculos brillantes similares a los que buscaba… pero era evidente que ninguno de esos eran los ojos de su pequeño gato.
─¡Milo! ─susurró lo más fuerte que pudo. Ninguna sombra se movió. Preocupada volvió a llamar varias veces más.
Gracias, Dulce!!
ResponderEliminarQue linda sorpresa, te agradezco mucho que festejes junto a mí y que me hayas acompañado durante la lectura y las votaciones (y entiendo perfectamente tus motivos para no votar, seguro que yo haría lo mismo).
Gracias de nuevo, linda.
Besotes!!