Pages

lunes, 12 de diciembre de 2011

HILO ROJO DEL DESTINO, CONTINUACIÓN HECHA A MANOS DE IVONNE.

Hola a tod@s!, aquí estoy de nuevo con la siguiente continuación de la historia "Hilo Rojo Del Destino". Esta vez, esta parte viene de la mano de nuestra compañera Ivonne, las dos esperamos que os guste:


-Fragmento anterior-

"Dios mío, ¿quién había matado entonces a Lorenzo Di Steffano?, ¿Vincent, la madre de Roberto, la mafia?. La cabeza me dio vueltas y no dejó de darme vueltas durante todo el camino a casa. Ahora, más que preocupación, sentía un miedo terrible ante este nuevo giro de los acontecimientos. Me di una ducha, mi madre me preparó una cena y se quedó conmigo hasta que me quedé dormida en la cama. Había sido un día muy, muy largo.Y lo peor de todo, es que cuando cerré los ojos y empecé a soñar, la profunda mirada del detective me acompañó durante toda la noche."
by Paty C. Marín 



Al día siguiente, los medios de comunicación rodeaban la casa de Roberto para poder hablar con sus amigos, al parecer a ellos ni les importaba solo estaban divirtiéndose frente a las cámaras e ignorando las preguntas que se les hacía. Mientras, yo no podía dejar de pensar en quien podría haber asesinado a Lorenzo Di Steffano, un hombre tan poderoso como él... ¿Cómo podía ser posible que lo hubieran asesinado tan fácilmente?, lo único que podría suponer era que alguno de sus hombres también estaba implicado en esto, pero por órdenes de la mafia o por órdenes de su ex mujer... Seguía dudando de ella, aunque también Vincent tenia todos los motivos para asesinarlo, todos tenían un motivo pero... ¿Cuál sería el más fuerte para hacerlo realidad?.

Escuché el ruido de un vehículo detenerse frente a la casa y me asomé por la ventana. No tenía ni idea de quien podría ser ya que no le podía ver la cara pero éste, se dirigía directo hacia la puerta y tocó el timbre. Y en ese instante, sólo pude pensar que estaba completamente sola... Pero aún así, abrí la puerta y el individuo entró apresurado sin pedir permiso.

-¡Oye!. Pero…

-Shhh, tranquila nena, soy yo.

-¡Roberto!, pero... ¿que haces aquí y así?, ¡casi me matas de un susto!.

-Lo siento, pero mi casa está inundada de reporteros. Además, quería verte a ti primero -me atrajo hacia su cuerpo y me besó. Fue un beso posesivo, pero lleno de amor. No puede más que responderle de la misma manera. Al rato, nos separamos jadeantes.

-¿Estas bien? -le pregunté cuando pude llenar de nuevo mis pulmones de óxigeno.

-Después de esto, sí -me guiñó un ojo a la vez que me sonreía de manera sensual.

-Estoy hablando en serio -fingí estar molesta, pero era obvio que no era así. Mi sonrisa sincera me delataba.

-Lo sé. Lo cierto es que aún sigo un poco confundido, pero estoy bien -dio un largo suspiro y luego añadió-. No dejo de pensar en quien pudo haber asesinado a mi padre.

-Yo tampoco, quizás deberíamos…

-No, ya te dije que no quiero que te involucres en esto.

-Y yo ya te dije que estoy metida en esto desde que me metí contigo, así que no puedes hacer nada para que no me involucre más -nos quedamos mirando por un rato hasta que dio su brazo a torcer.

-Sabía que tú serias diferente, que eras buena chica y muy legal -dio otro suspiro, pero esta vez de fustración-. Tenía que haber tenido cuidado contigo y no haberte involucrado tan profundamente en mi vida infernal, pero no me importó, fuí egoista y ahora estoy hasta el cuello contigo.

-Te lo advertí, no quiero que te arrepientas de haberme conocido... Así que, ya deja de quejarte y vamos a mi cuarto para que podamos hablar mejor -subimos hasta mi dormitorio, nos sentamos en mi cama y empezamos a armar el rompecabezas-. ¿Pudiste averiguar algo más antes de salir de la delegación?.

-El detective Bennett solo me recordó que no nos hiciéramos los investigadores y que tuviéramos cuidado, aunque me dijo algo que me dejo pensativo…

-¿Qué te dijo? -estaba impaciente por saber qué tenía que decirme.

-La llamada anónima que reportó el asesinato fue hecha por una mujer.

-¿Crees que era la asesina? -pregunté mirandole con los ojos abiertos de par en par. La conversación se estaba poniendo interesante...

-O alguna de las amiguitas de mi papá. Lamentablemente, tiene muchas.

-Pero entonces ella pudo ver quien lo asesinó -dije después de asimilar sus palabras.

-O llegó después de que hubiera pasado el crimen -opinó él mientras se acomodaba mejor en mi cómoda cama.

-Seguimos como al principio, sin saber nada -dije desilusionada.

-No, eso no es verdad. Ahora sé que lo encontraron en una de sus casas y todas esas casas tienen cintas de seguridad, podemos ver quien fue.

-Pero... ¿No crees que el detective ya las tendrá en su poder?. 

-No, ya que sólo con una contraseña puedes visualizarlas y hasta incluso borrarlas, pero siempre quedara un backup donde yo soy el único que tiene la clave.

-¿Porque no le dijiste eso al detective? -pregunté incrédula. Ocultar ese tipo de información sólo podría ponerle a Roberto en un nuevo aprieto.

-Primero quiero ver con mis propios ojos que fue lo que pasó. Además, no pensé en eso hasta que me dijeron donde habían encontrado a mi padre.

-Entonces tenemos que ir a verlas. A todo esto... ¿Dónde tenemos que ir? -se me quedó mirando sin decir nada–. Ya te dije que no me vas a dejar por fuera así que o me llevas o se lo digo todo al detective.

-No serias capaz -apostó.

-Pruébame Roberto y lo sabrás -una sonrisa pícara cubrió su rostro y sus ojos brillaron divertidos.

-¿Por qué me metí contigo? -lo dijo supuestamente con pesar y cerrando los ojos.

-Porque te gusto -me arrastré cerca de él y cuando le rocé su brazo desnudo con el mío, abrió los ojos y me miró fijamente. Una deslumbrante sonrisa se formó en sus labios.

-Demasiado -me dijo acercándome a su cuerpo y dejándome encima suya. Nuestros labios se encontraron de nuevo y el beso estuvo lleno de pasión. Poco después, sentí sus manos en mi cintura donde poco a poco fue levantando mi camisa. Yo no me quedé atrás y fui desabrochando la suya, con cada botón abierto, podía sentir su piel cálida bajo mi tacto y sus músculos contrayéndose con cada movimiento. Dejámos de besarnos para poder respirar, nos separamos un poco y vi sus ojos relucir con el brillo de la pasión. En silencio, terminó de quitarme la camisa y mi sujetador, yo hice lo mismo con la suya. Una vez desnudos de cinturara para arriba, me lancé de nuevo a devorar su boca y volvímos a sumergirnos en un profundo beso. Cuando nos separámos otra vez, los dos estábamos jadeando y muy excitados. Luego su mirada se centró en mis labios y mi cuerpo, y sin decir nada, deslizó sus dedos por encima de mis pantalones, acariciándome lentamente donde mis piernas se unían–. Quisiera olvidarme de todo y poder estar contigo así durante un buen tiempo, pero no podemos, no ahora -dijo con voz ronca mientras dejaba de acariciarme en ese punto tan sensilbe. Suspiré y aunque no quería que se detuviera, estaba de acuerdo con él.

-Lo sé, ni es el momento ni el lugar indicado... -dije sin muchos ánimos, acariciando distraídamente su pecho. En cualquier momento podría llegar mi hermano y si nos sorprendía juntos y de esta guasa, seguro que se iba a liar la parda.

-Después que todo esto pase, nada podrá detenerme para tenerte entre mis brazos por un buen tiempo, eso te lo aseguro.

-Eso espero -le dije con una radiante sonrisa–. Entonces... ¿A dónde tenemos que ir?.

-A cualquiera de las casas de mi padre, todas están conectadas entre sí, así que, sólo tenemos que ir a alguna de ellas y buscar el video de ese día.

-¿Y cual tú crees que sería la indicada?.

-Déjame pensar, debe ser céntrica, ni muy lejos de aquí ni muy cerca de donde pasó todo, creo que ya se cual -se puso de pie y comenzó a ponerse la camisa, me miró y me preguntó-. ¿Vienes? -rápidamente también me empecé a arreglar, mientras él se asomaba a la ventana–. Al parecer, los reporteros se cansaron de querer sacar algo de Ian y Brian, pues ya no están. Así que, podemos agarrar mi moto e ir a la casa de mi padre.

-Me parece bien, es rápida por si necesitamos escapar o confundir a alguien -se me quedó mirando-. ¿Qué?, hay que pensar en todo.

-Sí, ya veo que tú lo haces -me dijo sonriéndome con aquella preciosa sonrisa que siempre me cautivaba y me dejaba embelesada-. Ahora, vámonos que no podemos perder tiempo alguno. No quiero que se haga de noche y estemos en esa casa.

Asentí y preparé mi bolso con mis cosas antes de salir y hacérnos con la moto de Roberto y dirigirnos hacia la casa de su padre. Teníamos que ver si podíamos descubrir al asesino o al menos tachar a alguno de los sospechosos... 

Continuará...


¿Quieres ser tú la que continúe con la historia?, ésta está llegando a su final... sólo hay que demostrar quien es el asesino del padre de Roberto y poco más... Aquella que quiera continuarla, le pido que no se centre tanto en el caso del asesinato que la historia se está volviendo de romántica a policiáca y no es esa la temática que se busca con esta historia... Lo dicho, ¿quien se anima a continuarla, o incluso, a estas alturas, a terminarla?. Déjen un comentario con su ofrecimiento por favor.

Saludos!!!

Nota: La entrada donde anuncio la nueva novela de Marru ha sido modificada:

2 comentarios:

  1. yo ahora mismo estoy liadísima, pero si no se presenta nadie antes de enero (espero que los muchísimos problemas con los que me estoy topando para sacar mi libro se resuelvan antes de que acabe el mes) dímelo y ya inventaré algo.

    ResponderEliminar
  2. Hola mi vida.

    Me ha gustado el capi, pero k intigra con el asesino del padre de Roberto.

    Besos mi vida

    ResponderEliminar

¡Exprésate!, sé que tienes algo que decir, ¿a qué esperas?. Recuerda que un blog se alimenta de comentarios, ¡no me dejes pasar hambre!, jejeje.