lunes, 4 de mayo de 2015

CON RESPECTO AL RETO, TEJIENDO UN CUENTO

Al final, viendo la gran aceptación que ha tenido la 3ª opción, he decidido llevarla a cabo. Así que, ambas participaciones pasarán a formar parte de este proyeco, pero con sus respectivas modificaciones para que casen con la historia que se está creando.

Ahora, os dejo el capítulo 13, escrito por mí. A ver qué os parece:

CAPÍTULO 13

(D. C. López)

Se sentía como un mierda. Como una grandísima mierda. Por un lado, se sentía bien por haber puesto a Jessica en conocimiento del turbio secreto que tan bien había guardado celosamente Jack. Sin embargo, por otro lado estaba hecho polvo por haber sido el causante del dolor que estaba padeciendo la chica de sus sueños en cuestión. El verla llorar desconsolada, rota, le había partido el alma a él. Pero no tenía otra opción, o se lo decía él para que supiera con qué tipo se estaba viendo, o al final se lo acabaría desvelando la bruja de Noelia. Y fijo que esta se lo hubiera contado de tal manera, que el machazo hubiera sido mucho peor, más destructivo y doloroso; era obvio que esa rubia descolorida, disfrutaba con el dolor ajeno.

Tras dedicarle una mirada asesina a la chica de marras, que estaba en la otra punta del Pub sentada en la barra con una cerveza entre sus bien cuidadas manos, Richard tomó el casco que había dejado apoyado sobre una de las sillas que habían al rededor de la mesa en la que minutos antes había estado hablando con Jessi, y se fue directo a los aparcamientos sin molestarse en tratar con aquella arpía llamada Noelia; ahora que había cumplido con su parte, con su objetivo, no quería volver a verla, ni en pintura siquiera.

Segundos después, mientras iba montado sobre la moto en dirección a su solitaria casa, pensó en la manera de tener un nuevo acercamiento con Jessica. Tenía la intención de ser su pañuelo de lágrimas, quien le consolara ahora que estaba tan necesitada de apoyo y el que le hiciera olvidar a ese malnacido que había resultado ser un impostor.

***

Ya no tenía más lágrimas para derramar. Sus ojos estaban ya secos. Y por lo visto, Jack estaba igual que ella, en idéntica situación.

—Yo... —Jack no supo qué más decir. Acababa de confesarle que fue un cabeza loca, un chulo prepotente que antepuso sus ganas de gloria, ante la prudencia, consiguiendo así destrozar la vida de una encantadora muchacha—. Lamento todo lo ocurrido. El accidente, las repercusiones posteriores y el haberte ocultado esta siniestra parte de mi vida... —Ahora que había encontrado el valor de abrirse, las palabras salían solas como si nada—. Nunca fue mi intención hacer daño a nadie.

Esto último lo dijo en un susurro, ya que según iba pronunciando las palabras, éstas iban perdiendo intensidad. Se limpió una vez más las mejillas aún un poco húmedas, con el dorso de una de sus manos.

—Lo sé. No te creo capaz de hacer algo así adrede —reconoció ella, tras el incómodo y corto silencio que se había establecido entre ellos, tras las sinceras palabras de Jack—. ¿Sigues participando en carreras? —soltó ella antes de que él pudiera decir algo.

Jack se puso pálido y tan rígido, como una estatua de granito. ¿Cómo podía confesarle abiertamente, que después de lo de Diana había seguido corriendo de manera temeraria, sin miedo a la muerte, porque en cierto modo, la andaba buscando? Según él, era lo que se merecía como castigo por lo acontecido casi un año atrás.

La muchacha, al ver el cambio obrado en él y al no recibir contestación alguna en el acto por su parte, dedujo la respuesta por si misma.

—Por tu silencio, deduzco que así es...

Jessica, mientras esperaba a que él dijera algo, lo miró con un cúmulo de emociones congregadas en sus pupilas. Sentía pena, tristeza, compasión, compresión, y al mismo tiempo, preocupación. Preocupación por no saber cómo afectaría todo lo que acaba de descubrir, en su relación con él... ¡Por todos los diablos, si el chico no había aprendido la lección y seguía jugándose la vida! Y, para qué obviarlo, la de los demás también.

Era consciente de que ya no lo vería con los mismos ojos. Ahora sabía que él, además de ser un irresponsable, había amado a otra, si es que no la seguía amando aún después de lo ocurrido, y que era capaz de ocultarle algo de tan tremendo calibre. Si no se lo hubiera contado Richard, entonces, ¿qué, jamás se habría enterado de que había una chica de su edad, medio muerta en un hospital por culpa suya, por confiar en él? Cierto era que los accidentes ocurrían, y que Jack no tenía del todo la culpa. Diana había montado en el coche, sabiendo los riesgos a los que se exponía, sin que nadie la forzara. No obstante, el que había aceptado aquél estúpido reto de la carrera ante un puñado de amigos, el que había ignorado las advertencias de la chica, y el que había empotrado el coche contra el muro del almacén, había sido él; y si no fuera por su amigo Richard, él jamás se lo hubiera confesado. Y eso, junto con todo lo demás, le dolía horrores. Eso de que Jack no confiara en ella, la había defraudado, dolido.

Él intentó un acercamiento, pero ella dio un paso hacia atrás, alejándose de él; todavía estaba conmocionada y tenía mucho qué pensar. Entre que nunca había estado del todo segura de que lo suyo con él fuera a funcionar debido a que apenas se conocían, entre los sentimientos que aún sentía por Richard, y lo que acababa de descubrir, la pobre, a esas alturas, se encontraba más confundida y perdida que nunca.

—Jessi... —susurró el compungido chico al verla alejarse, huyendo en cierto modo de él—. ¿Es que me temes? ¿Crees acaso que a ti también te haría daño?

Su voz se quebró, a la vez que sus labios temblaron ante la idea de haberla perdido ahora que había conseguido conquistarla. Una conquista que pintaba ser efímera, por como se estaban desarrollando los acontecimientos.

—No, no es eso —respondió ella enérgicamente, con quizás más fuerza de la que hubiera deseado emplear—. Lo que ocurre es que estoy cansada emocionalmente. Necesito estar una temporada sola, para asimilar todo esto.

Jack, que seguía con los hombros hundidos, todo derrotado, asintió con la cabeza tras suspirar con resignación.

—Está bien, te daré todo el espacio que necesites. Tómate el tiempo que creas conveniente. Yo te estaré esperando —hizo una pequeña pausa para darle más énfasis a la palabra que pensaba pronunciar a continuación—. Siempre.

Aunque a Jessica le dolía verlo así, hecho polvo como ella se sentía también, no cambió de parecer. Sabía que no tenía que tomar una decisión estando en caliente, de ahí que quisiera tomarse un tiempo y pensarse las cosas ya en frío. Estaba su futuro en juego. De la decisión que tomase, la de seguir siendo la novia de Jack a expensas de que cualquier día de estos tuviera de nuevo otro accidente en el que perdiera la vida, o no, su destino sería de una manera o de otra. Pero la cuestión era, en el caso de decidir no seguir con él, ¿se conformaría con ser simple amigos? Y si elegía la otra opción, ¿cómo podría ella vivir sabiendo que en cualquier momento su chico podría acabar empotrado contra una pared?

«¡Vaya lio! No sé qué hacer. A pesar de todo, sigo colada por él. Es sentir su mirada sobre mí, y sentir mariposas en el estómago. Sin embargo, con Richard me pasa igual... ¿Qué hay mal en mí?», se preguntó mentalmente Jessica, toda hecha un manojo de emociones contradictorias.

—Llévame a casa, por favor —le pidió tras otro incómodo silencio.

Jack no dijo nada, se amasó el pelo despeinándoselo, para acto seguido enfundarse nuevamente el casco. Una vez hubo arrancado la Harley tras haberse montado encima de ella y ya sin el caballete puesto, notó a sus espaldas como Jessica tomaba asiento detrás. Y como la otra vez, la chica se aferró nuevamente a su cintura, para ir bien sujeta.

El muchacho se recreó en la sensación de ese contacto, pues era consciente de que pasaría algún tiempo antes de volver a tener un contacto físico con ella, si es que alguna vez lo volvía a tener. Eso dependía de ella. 

Y a él, por mucho que le jodiera la situación en la que ahora se encontraba por culpa del mete-en-todo de Richard, no le quedaba otra que resignarse y esperar, además de rezar para que ella no decidiera finalmente, alejarse del todo de él.

***

Jamás había pensado que al llegar a casa, se iba a encontrar con tal panorama. No esperaba encontrarse a su padre todo desquiciado y preocupado, yendo de un lado para otro en medio del salón, con un sobre en la mano.

Cuando Lucius se percató de su presencia, corrió a paso ligero hacia ella, con la cara desencajada.

—¿Me puedes decir qué es esto y quién es Jack?

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Ahora le tocan el turno a:

-María Orgaz (Marru)
-Mari Perea.

Nota: tienen hasta el viernes 8 de mayo, a las 18h., para entregar la parte que les corresponden en un archivo en formato pdf, por medio de un email al correo del club (elclubdelasescritoras@hotmail.com).

El 15:

-Nadia Salamanca F. 

-Jazmín R. (Jaz)

El 16:

-Déborah F. Muñoz
-Lyd Macan 

El 17:

-Ariuska

PAUTAS a tener en cuenta: 

-Para empezar, la protagonista femenina se llama Jessica (su amiga Emy, una peliroja de ojos verdes muy charlatana, la llama Jessi). Es morena y sus ojos son del color de la miel (marrones claros). Vive en un duplex y su vehículo de transporte es una motocicleta. Tiene 17 años y vive con su viudo padre, Lucius. Estudia en un instituto donde se usa obligatoriamente uniforme.

-Richard, el guaperas del instituto (el mismo en el que estudian Jessie y Emy), es rubio con ojos azules. Tiene también 17 años. Su medio de transporte es también una motocicleta. Tiene un hermano llamado Ryan, que trabaja en un bar por las noches, con el que convive (viven los dos solos). Richard también trabaja en dicho bar, pero los fines de semana. Canta como todo un profesional, aunque pocos lo saben, y se está planteando unirse a la banda de Jack (que está compuesta también por un batería de pelo rojizo, llamado Luc).

-Jack, un morenazo de ojos negros con pinta de ser un chico duro, siempre lleva puesta una chupa de cuero y, en ocasiones, gafas de sol. Tiene 18 años. También estudia en un instituto, pero no en el mismo en el que lo hacen Richard, Jessi y Emy. Conduce una moto, una Harley Davidson. Toca la guitarra y hace de vez en cuando conciertos con un alto muchacho de pelo rojizo llamado Luc, que toca la batería. Su ex-novia se llama Noelia, y ésta, se resiste en dejarlo ir. Además de todo esto, Jack, un año atrás, por culpa suya, envió al hospital a la que era entonces su novia, una tal Diana. La muchacha está actualmente en coma, tras haber sufrido un accidente de coche, donde Jack era el que conducía mientras participaba en una carrera ilegal de coches.

-Emy, la mejor amiga de Jessica, además de ser peliroja de ojos verdes y muy habladora, está locamente enamorada de Richard. Sus sentimientos habían estados ocultos, hasta que se los hizo conocer a Jessi y a Richard.

-Anna, es la "chica fácil" del instituto. Es rubia de bote con mechones rojizos y con los ojos marrones tan oscuros, como el color de la cocacola. Está colada por Richard. También conduce una motocicleta y va al mismo instituto en el que estudia Jessica y cía.

-Noelia, es la ex de Jack, una rubia pajiza con muchas curvas. Conoce su secreto y no duda en utilizarlo a su favor, chivándoselo a Richard, para lograr atraparlo otra vez. Es fría, calculadora, y se resigna a perder; la palabra "perdedora" no aparece en su diccinario particular. También se piensa que siempre acabará consiguiendo todo lo que se proponga, aunque tenga que jugar sucio para salirse con la suya.

-La palabra WhatsApp, se escribe tal como la acabo de poner.

-Los guiones de las conversaciones son como este: —  (si no se sabe cómo ponerlo porque no lo encuentran en el teclado, entonces, que copien y peguen el que acabo de poner como ejemplo)

-Las comillas que expresan una conversación por WhatsApp o por medio de otros mensajes, y también los pensamientos de los personajes (dichas frases, además de ir entre comillas, se escribirán en cursiva), son las siguientes: « » 

-No hay que olvidar narrar a veces contando lo que hacen los protagonistas masculinos. Sé que la protagonista principal es Jessica, y casi siempre se escribirá narrando lo que ella hace y lo que le sucede. Sin embargo, como hemos visto en un par de capítulos (el 2 y 4), hay que narrar de vez en cuando, lo que hacen/sienten, los otros dos personajes de peso (Richard y Jack).

Creo que eso es todo... Se irán sumando más pautas, según se vaya recopilando/surgiendo, nuevos datos a tener en cuenta...


¡Saludos!

2 comentarios :

lyd dijo...

Me ha gustado mucho el capítulo. Aunque lo has dejado interesante con el final, ¿que habrá en ese sobre?

Ariuska dijo...

Ya me puse al día Dulce. Perdón por la tardanza, peto no he tenido mucho tiempo.

Espero poder participar. La historia va muy bien.

Besotes