domingo, 19 de septiembre de 2021

ENTREVISTANDO A... ARMAN LOURENÇO TRINDADE

¿Empezamos? Háblanos un poquito de ti, si tienes alguna manía a la hora de escribir, una hora concreta en la que fluyen mejor las ideas. No te cortes y extiéndete jajaja, que podamos conocerte.

Hola!!

Me encanta que el club vuelva de nuevo a la vida. Ya era hora 😉

Veamos, primero agradecer que pienses en mí para esta interesante entrevista, intentaré contestarla lo mejor posible, para que me conozcáis un poco más y mejor.

Llevo escribiendo muchos años, mi primera novela la escribí con trece, con la máquina que me trajeron los reyes magos, trataba sobre una mujer que se hacía pasar por hombre en el lejano Oeste.

Después me dediqué casi exclusivamente a leer, leía muchísimo, cada día. Muchas veces ni dormía y enlazaba un día con otro.

Luego enfermé y comencé a escribir de nuevo como una vía de escape, de autoayuda, después se convirtió en mi pasión y en la manera en la que me expreso y me siento mejor.

Crear historias es algo nato en mí desde que era pequeña, intentar plasmarlas para que todas las lectoras vean y sientan lo que veo y siento yo en mi interior, es un gran reto que intento superar con cada novela.

Para mí, la mejor hora del día para escribir es por la noche, mi cerebro cambia el chip y deja de ser raciocinio para convertirse en imaginación y el universo se hace inmenso.

Esa es la sensación.

Las ideas fluyen solas y me resulta mucho más fácil, pero suelo escribir a cualquier hora del día, porque debido al trabajo no dispongo de mucho tiempo.

Me gusta escribir con los cascos puestos, con la música a un volumen en el que no pueda escuchar lo que pasa a mi alrededor, pero no tanto como para que me distraiga de lo que estoy haciendo.

A veces, como me ha pasado con mi última novela Solomon y la maldita compañía, escribo capítulos enteros con una única canción sonando una y otra vez.

Me gusta escribir en el pc, en mi oficina y rodeada de las cosas que más me gustan, pero hay momentos en los que cojo el portátil y me pongo a la tarea donde sea, siempre y cuando tenga los cascos y mi música.

Cuando estoy centrada escribiendo lo que me rodea desaparece totalmente. Es algo que a día de hoy todavía me sorprende, el mundo al completo se detiene para dejar que las ideas fluyan ligeras y yo pueda escribirlas.

Me encanta, es adictivo, maravilloso y mágico. Quizá por eso no puedo dejar de hacerlo.

Todas las escritoras tienen una novela que han escrito que es su preferida ¿Cuál es la tuya y por qué?

Una vez mis hijas me hicieron esa misma pregunta. Vino a razón de que uno de los profesores de la universidad de una de ellas es escritor y respondió que su preferida era la primera, a la que tenía más cariño.

Mi respuesta fue: Siempre la última.

¿Por qué? Porque creo que con cada nueva novela voy aprendiendo cosas, voy escribiendo mejor, me voy superando poco a poco, la última siempre representa el avance, el trabajo y la constancia, quizá por eso.

Como historia, las que más me gustan son Entre las brumas del tiempo o La decisión del alma, que son las más románticas y hermosas, aunque El anhelo de la luna tiene escenas muy bonitas también.

La que más me sorprendió escribir, porque lo hicieron todo los personajes y lo que yo pensé o quise escribir nada tiene que ver con el resultado final fue La misión del Samurái.

Quizá si pensamos en la que más me costó, sin duda Sin retorno, que me dolió cada capítulo.

La más divertida es 00:51, que escribí junto con Lury Margud.

En la que más trabajé fue Coraje oculto, que tuvo mucho tiempo de documentación y me llevó muchos meses terminarla, pudiendo escribir todos los días, no como ahora que me toca robar tiempo al reloj y al descanso.

Pero a nivel profesional, creo que elegiría la última siempre.

En los últimos meses se habla mucho de los métodos para escribir ¿Cuál es el tuyo? ¿La intuición o la brújula?

La verdad es que creo que cada autor/a tiene su propio método, todos son válidos, pero no todos valen para todos.

Yo sé cómo va a empezar una novela, pero nunca, jamás, sé como termina. Llega un momento en el que los personajes cogen las riendas de su propia historia y yo no puedo hacer nada más que obedecer y contarla.

Tal vez es raro, pero es lo que me sucede. Por eso nunca sabré cual es el final de la historia que estoy escribiendo, porque se va desarrollando la trama a medida que avanzo.

Hace poco vi que se cuestionaba si era bueno o no matar a algunos personajes, fueran o no protagonistas ¿Lo has hecho alguna vez? ¿En qué novela? De no haberlo hecho… ¿Lo harías?

Este es un problema por el que he tenido que pelear con mi editora un montón de veces.

A pesar de las críticas, yo mato personajes.

Mueren porque es necesario que mueran, así de sencillo.

El primero por el que me riñeron sin piedad fue con la novela Coraje oculto.

En una de las escenas se desarrolla una pelea y uno de los personajes murió. A pesar de todo lo que me dijeron, jamás pensé en cambiarlo, así debía transcurrir la historia, a veces, nos guste o no, las cosas suceden. No todas son buenas, en las novelas pasa lo mismo. Debemos disfrutar los momentos buenos, pero también entender los que son peores, o gustan menos. Sin ellos la historia no sería la misma.

El personaje que más me dolió y por el que lloré a mares mientras le quitaba la vida, fue en La misión del samurái, y cada vez que la he vuelto a leer he llorado de nuevo, pero no pude hacer otra cosa, el desarrollo debe seguirse para conseguir llegar hasta el final deseado. Es como una carrera de obstáculos, debemos superar cada uno, nos hacen daño, pero también nos ayudan a disfrutar más de lo que estamos leyendo.

Entre las brumas del tiempo también tienen muertes que duelen y sangran.

Pero no me arrepiento de ninguna.

Y para terminar… no vamos a ser muy pesadas jajaja ¿Cuáles son tus nuevos proyectos?

Bueno, mi última novela es Solomon y la maldita compañía, es el primero de una bilogía, así que ahora estoy con la segunda parte.

Trata las aventuras y desventuras de un caballero medieval sin brillante armadura, porque a él le gusta ser lo que es, pero se ve frustrado cuando las cosas suceden al margen de sus deseos y se tiene que adaptar a las nuevas circunstancias.

Es una novela muy divertida, en la que los protagonistas y secundarios son mis excompañeros de trabajo y he adoptado algunas de sus características personales para crear a los personajes que representan.

Me lo estoy pasando muy bien escribiendo estas novelas porque lo que intento es que la historia sea entretenida y divertida.

No puedo escribir todo lo me gustaría, por eso se alargan en el tiempo, pero a pesar de tener varios proyectos abiertos, me he centrado en la historia de Solomon, para darle un merecido final.

¡Gracias Arman Lourenço!

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