viernes, 8 de junio de 2012

SEGUNDO RELATO NACIDO DEL RETO: CON ESTAS PAUTAS CREA UN CUENTO

Aquí les dejo el segundo relato que he recibido para el reto: Con Estas Pautas Crea Un Cuento. Esta vez viene a manos de nuestra compi Nikta (Leila):


Venganza
Roberto aún no podía creerlo, su cabeza embotada y palpitante aún no asimilaba lo que le estaba sucediendo ¿Cómo podía estar él en esa situación? ¿Quién? Sólo recordaba esa suave risita socarrona, una risita que sólo una garganta femenina era capaz de emitir y el brillo del arma cuya culata le golpeó la sien. 

No pudo evitarlo, ni siquiera lo presintió ni vio venir, había visto esas curvas y esos zapatos negros de tacón de aguja y no había podido resistirlo...

Aquel vestido casi transparente de gasa oscura con motivos florales se amoldaba aquel sublime cuerpo femenino como una segunda piel, la había visto desaparecer por el pasillo acariciando el marco de la puerta con una mano fina y elegante y había salido tras ella. El más negro que una noche sin luna y un movimiento de infarto de esas largas piernas torneadas y seguras. Se movía con una cadencia elegante y sutil, felina. No sabía quién demonios era ni que hacía en la fiesta que daba esa noche su padre pero lo iba a averiguar.

A partir de ahí todo se torció volviéndose oscuro, al correr hacía el final del pasillo no había nadie, sólo esa insinuante risita provocadora y luego el golpe. Uno que aún le dolía horrores, así que ahí estaba ahora, maniatado como un salchichón, desnudo y tremendamente expuesto, vulnerable a juzgar por el arco que adquiría su cuerpo sobre la silla de respaldo estrecho en la que estaba apoyado. El aire frío del lugar erizaba el vello de su piel endureciendo los cincelados músculos de su cuerpo. No podía ver ya que una venda cubría sus ojos. Tenía las manos hacía atrás y no podía deshacerse de los nudos por mucho que lo tratase. Quién se hubiese encargado de eso había sido metódico y profesional, la cuerda pasaba por su cuello y se entrelazaba por su torso y así a lo largo de su cuerpo de un modo más bien erótico que lo enfurecía aún más. Querían que se sintiera desprotegido, pero aquello lo devolvía a la misma pregunta ¿Quién y por qué? 

Sí, puede que su padre fuese un multimillonario que dirigía todas las mafias de la ciudad y alrededores, pero aquello no tenía ni pies ni cabeza ¿Qué acaso pensaban que sacarían dinero por él? Su padre no pagaría ni un céntimo por él, en su caso la familia no era lo primero sino el negocio. Eso sí, su padre no perdonaría aquella afrenta, jamás dejaría que nadie pusiera en entre dicho su reinado. Un golpe desde dentro de su propia casa haría rodar más de una cabeza, la sangre era necesaria aveces, y más si se trataba de dejar claro quién mandaba allí con mano de hierro.
Menuda mierda, pensó. Pasar de ser el rebelde criminal al retenido no le gustaba nada. Su pulso golpeaba con fuerza contra las venas, un incómodo sudor frío le recorría la dorada piel, trago incomodo y trato de calmarse, no sacaría nada de dejarse arrastrar por el pánico, el no saborearía ese sentimiento, se negaba. Su destino sólo lo manejaba él. Aguzó el oído y a su derecha sintió el leve roce de un zapato que se movía con toda intención. Con ese movimiento llegó el olor, el mismo olor enloquecedor que reconoció en el pasillo de su propia casa...
Ghelania estudió a su cautivo, resiguió una vez más esos músculos potentes y bien definidos, tenía que reconocer que el chico estaba más que bien dotado. Aquel era un cuerpo sumamente viril y atractivo, nadie diría que sólo tenía diecinueve años. El torso deliciosamente musculado y marcado, los brazos fuerte y anchos... y esa pelvis...mmm. Se relamió tratando de no seguir bajando hasta esas piernas de futbolista y se centro en el rostro de ese ángel con alma de demonio. Por muy atractivo que fuese con su pelo oscuro y sus ojos verdes de gato taimado no podía dejarse engañar.  La familia de aquel hombre o chico, le había arrebatado todo cuanto tenía. 

Jamás había podido olvidar aquel horror ni el color de la sangre manchando su hogar.

Mirase dónde mirase todo eran salpicones, podía ver claramente el tono de los billetes manchados que arrojaron sobre el cuerpo de su padre, el olor y el sabor de ese denso y oscuro liquido que contenía la esencia de sus vidas.

Desde ese mismo momento juró que se vengaría, por eso mismo estaba ahora ahí. Para terminar de una maldita vez con esa familia, tras esa noche ya no volverían a hacer daño a nadie más, se acabaría su trafico, sus extorsiones y su fortuna.  Ella se encargaría de eso y entonces podría rehacer su vida. Por suerte no todos estaban perdidos en esa podrida ciudad, jamás tendrían que haberse mudado ahí. Almenos aún quedaban algunos que no les temían, esta vez el caso si llegaría a los juzgados y ni todo el oro del mundo los salvaría, lo tenía todo demasiado bien atado para ello. Sino... Ella misma los ejecutaría. 

No habría nombres, ni huellas ni nada, sólo un fantasma que no existía, por que ella ya estaba muerta, muerta para todos. Era una simple sombra.

__Sé que estas ahí__se humedeció los labios Roberto con la garganta reseca__¿No dices nada? Tu hospitalidad no es que sea muy buena que digamos.

__La intención es esa, que no te sientas demasiado cómodo, no fuera que te gustase__se acercó con paso firme acercando una silla frente a este.

Ghelania se sentó cruzando las piernas, las manos sobre las rodillas y el arma preparada bajo estas.

Roberto respiró lo más pausado que pudo maldiciendo su fuero interno, aquel olor lo ponía duro como una roca pero lo peor era esa voz tan sugerente, oírla no había hecho más que lanzarlo a las llamas del infierno y casi podía adivinar a la otra con una sonrisita pérfida curvando sus labios.

Y así era, Ghelania observó complacida las reacciones de Roberto y espero unos minutos más, había tenido tiempo de sobra para estudiarlo...

__No sacarás nada de esto ¿Quién eres?

__¿Y por que crees que quiero algo a cambio? No me interesa vuestro sucio dinero ni nada de vosotros.

La dureza y frialdad que destilaba esa voz femenina lo hizo tensar aún más, todas sus alarmas saltaron y volvió a apretar la mandíbula maldiciendo, aquello se ponía feo, aquella mujer, fuese quien fuese parecía decidida a algo y si realmente no quería nada como parecían asegurar sus palabras sólo podía ser una cosa, aún así se arriesgo.

__Todo el mundo quiere algo. Sólo es cuestión de saber que quieres tú.

Ghelina volvió a sonreír de forma cínica y carente de emoción, no se divertía estaba furiosa, pero la perfecta voz modulada, serena y oscura de Roberto tenían un extraño efecto en sus nervios. Que diablos, todo él...

__Venganza Roberto. Vosotros me matasteis hace nueve años, ahora yo os eliminaré del juego.

Ahora le tocó a Roberto el turno de curvar los labios.

__Si no nos matas jamás podrás acabar con las redes de mi puñetero padre.

__Lo sé.

__¿Y vale la pena? ¿Estas dispuesta a mancharte las manos de sangre y ver los rostros de las personas a las que has matado cada día de tu miserable vida?__tanteó.

__¿Tu que crees? Te he traído aquí ¿no? He entrado a tu casa, os conozco a todos y cada uno, te creías intocable pero aquí estas... 

Se levantó indiferente y acercándose a Roberto le arrancó la venda, quería que viera el rostro de su asesina, quería que se le grabase a fuego antes de apretar el gatillo, alargo las manos afianzando las piernas y quito el seguro. Las pupilas de Roberto se dilataron, el pulso se le desbocó y enfocó el cañón del arma que iba a perforarle el cráneo a manos de esa deidad. Ghelina tironeó de su cabello cortó y acercó los labios a su oído, el aliento cálido erizó el vello del cuello de él.

__Recuérda bien esta cara cuando estés en el infierno.

__Yo no tengo que ver con ellos.

__Eres tan culpable como lo eran los míos.

Presionó ligeramente el gatillo y Roberto pronunció las únicas palabras que hicieron que la bala que resonó con su metálico eco mortal por el lugar errase el blanco. 

Únicamente dos corazones resonaron en mitad del silencio de esa noche que pareció congelarse con el hálito justo entre la vida y la muerte.


FIN

5 comentarios :

Raquel Campos dijo...

Muy bueno el relato, me ha gustado mucho!!!
Enhorabuena!!!

May R Ayamonte dijo...

El relato es buenisimo!

Lu Morales dijo...

Dicen que del amor al odio hay un paso, cuántos habrán del odio al amor?? jejeje!
Muy buen relato!
Y feliz finde!!
Besos!

Rosa de los Santos dijo...

buen relato y además muy bien escrito , y relatado !! felicidades nikka-

Patricia K. Olivera dijo...

Que buen relato!!

Besos