martes, 22 de mayo de 2012

192. PICASSA

Hola de nuevo a tod@s!, como ven, hoy les traigo a la nueva y jovencísima integrante del club, que desde hoy mismo, pasa a formar parte de esta gran familia. Os hablo de:


PICASSA

Decirles que recien acaba de abrirse un blog y en el mismo, publica su historia "Espejismos Del Pasado":

 http://themes.googleusercontent.com/image?id=1R2SvPiwXOrJBSCT0FujU9zHTzXtPNTVSq-0U2bZnGWq45BGCRfhp7tPktR9Y8Y7ecx1M


Aquí les dejo el prólogo de su historia, para que vayan haciéndose una idea de lo que trata dicha historia:

Prólogo



27 Marzo 1970 / Paris/Francia

-Pasajeros al tren con destino a Canfranc.-Se oyó por megafonía. La gente que viajaría en ese tren portaba su equipaje con prisas, dirigiéndose al vagón que les correspondía. Entre la multitud se encontraba una joven pareja discutiendo, ella de cabellos lacios dorados que le llegaban casi a la cintura y de tez clara, sus ojos pardos denotaban ira. La causa era el joven al que gritaba, de pelo oscuro y ojos claros.

-Oceane, ya hablamos de esto antes, sabes que no tengo elección, me iré de aquí y espero no volver.-La voz del joven sonaba cansada. La muchacha comenzó a sollozar.

-Gael, te lo suplico llévame contigo por favor.-La ira que anteriormente había en sus ojos se esfumó. Se notaba el aprecio que se tenían los dos.

-No puedo ¿qué pasa con tu familia? Además estás prometida, los dos sabíamos desde el primer momento que nuestra relación acabaría mal, sé que si me quedo no seré capaz de ver como te casas con otro que no sea yo. Sé a la perfección que antes de pasar ese dolor me quitaría la vida, por eso me voy, cuanto más lejos estemos el uno del otro mejor. Mi tren saldrá en escasos minutos debo irme, adiós Oceane, nunca te dejaré de querer.-Con estas palabras el joven se despidió de la muchacha que le miraba con dolor.

-¡Estoy embarazada!-Gritó la joven, haciendo que el receptor se parase en seco, nadie en la estación pareció darle importancia al anuncio de la chica.-Y es tuyo, es imposible que sea de alguien que no seas tú ya que eres el único al que me entregué.-Gael se volvió lentamente hacia ella. La quería, no, la amaba, era la única mujer a la que de verdad había querido. Sin pensárselo dos veces dejó su equipaje en el suelo y corrió a abrazar a la mujer que desde hacía años tenía la llave de su corazón.-No me importa mi familia, para ellos solo soy un objeto para conseguir más dinero y respecto a Louis sabes que no le amo, ese puesto lo ocupaste tú hace mucho.-Explicó la joven.

-¿Estás dispuesta a dejar todo para venirte conmigo? ¿Estas segura de querer cambiar incluso de nombre con tal de estar a mi lado?-Le preguntó con desesperación, necesitaba saber que ella estaba dispuesta a irse con él aceptando todas las consecuencias que conllevarían sus actos.

-Si, lo prometo.-Dijo la joven con convicción. Él la miró a los ojos, se veía completamente segura, sin tener en cuenta lo que pensarían los que estaban a su alrededor la besó dulcemente. Después del beso el joven cogió a su amada de la mano y con la otra cargó el equipaje para ir hacia el tren. Una vez dentro la chica miró alarmada al guardia que comprobaba los billetes.

-Gael, no tengo billete.-Le susurró. Él solo sonrió y de su bolsillo sacó dos tickets, Oceane le miró sorprendida.

-Al sacar mi billete tuve la esperanza de que todo cambiara y vinieras conmigo, por eso lo cogí.-Ante la explicación la chica le abrazó con cariño. No sabía qué iba a ocurrir a partir de ese momento ni en todos los problemas en los que se metería si su padre la llegaba a encontrar algún día, solo le importaba en ese momento que pasaría el resto de su vida con la persona a la que más amaba, Gael. El tren arrancó y en escasos minutos dejaron atrás la estación de Paris. Durante el vieje los enamorados iban planeando todo su futuro lleno de alegría y amor, una vez en Canfranc irían a la casa de un pariente de Gael y después ya verían como se las apañarían.

Lo que no imaginaban es que su vida juntos sería tan corta.

Ya estaban llegando a su destino, solo les quedaba una media hora de viaje. El paisaje había sido transformado completamente a lo largo de este. Mientras que en un principio solo se veían automóviles, casas, ciudades, fábricas… ahora era totalmente diferente, cada lugar al que miraban estaba repleto de vegetación, las rapaces volaban por los cielos, los ciervos corrían por las montañas… era todo tan distinto a la ciudad, era tan relajante mientras que en la metrópolis era todo los contrario. Ahora iban a pasar un puente de madera llamado el L´Estanguet, el río que traspasaba era pequeño y poco profundo pero era muy bonito. Todos iban relajadamente cuando de pronto se oyó un sonido extraño que provocó un silencio colectivo.

-¿Qué crees que ha pasado?-Preguntó Oceane a Gael, este solo se encogió de hombros.

-No lo sé. Espero que nada grave.-Al terminar se volvió a oír ese sonido pero esta vez acompañado de una sacudida que hizo gritar a la mayoría de las personas que iban en el ferrocarril.-No te preocupes seguro que no es nada.-Intentó calmar Gael a Oceane pero justo en ese momento sintieron que iban cayendo, la chica gritó de miedo. El puente se había roto justo cuando ellos pasaban por encima, provocando la caída de estos. Oceane se agarró a Gael sabiendo que esa sería la última vez que lo vería, el día en el que todo iba a empezando a salirle bien era el día de su perdición, era el día de su muerte. Los dos abrazados cayeron junto con el resto de los viajeros, la caída no mató a nadie, lo que lo hizo fue la explosión de después, que logró que ninguno saliese con vida.

4 comentarios :

Leila dijo...

Bienvenida

Lydia Pinilla dijo...

Bienvenida!
Y suerte con el libro!
Besos a las dos!

popcorn dijo...

Bienvenida!

Picassa dijo...

Hola preciosa!!! Venía a comunicarte que he decidido hacer un concurso en mi blog debido a los doscientos seguidores y me gustaría que lo anunciaras para que la gente pudiera participar^^

Bss! xD

http://espejismosdelpasado.blogspot.com.es/2013/03/concurso-200-seguidores.html