SIN TÍTULO
"Esto no me puede estar pasando a mí", se dijo Diana mientras miraba con horror cómo la jaula con ruedas de madera en la que se encontraba encerrada cruzaba con paso inestable el polvoriento patio de armas de aquél imponente castillo. Era la primera vez que ella veía uno en todo su esplendor, con sus centinelas apostados en la alta e intimidante muralla que bordeaba todo el perímetro de la grisácea fortaleza y con tantos aldeanos y campesinos yendo de un lado para otro. No se parecía en nada a los castillos que ella había visitado en sus frecuentes viajes, donde el edificio carecía de vida y solo era frecuentado por turistas ávidos por conocer un poco más del pasado. Y ahora ella, para su sorpresa, se encontraba en el siglo XVI viviéndolo en sus propias carnes y sin saber cómo regresar a su época, al siglo XXI, ni cómo había llegado hasta allí.
Al menos eso había deducido ella tras la breve conversación que había tenido con una de las mujeres que le acompañaba en aquél extraño viaje. Le había preguntado a dicha muchacha de no más de quince años, en qué año estaban, y aunque ésta, en un principio pareció sorprendía por tal pregunta, no dudó en responderle... Pero lo más extraño no fue la respuesta que ésta le dio, sino que, siendo eso cierto, ella había entendido perfectamente su lenguaje... ¿Cómo podía ser eso posible si, en el transcurso de los años, el idioma, tanto de un país como de otro, había mutado?. Si había viajado en el tiempo sin saber cómo y por qué razón... ¿Por qué no iba a poder entenderla?. Ya le estaban pasando tantas cosas extrañas ultimamente que todo le parecía posible... Con una sacudida de su embotada cabeza, despejó esas dudas y dejó de pensar en ello.
Un viento gélido sopló en su dirección y ella no pudo evitar estremecerse al sentir el frío que comenzaba a calarle los huesos. Estaba helada, el camisón que vestía era tan fino que hasta se transparentaba un poco y todo, dejando ver más de lo que ella quería mostrar. Intentó soltarse de las ataduras que apresaban sus muñecas a la espalda, pero no consiguió nada más que hacerse daño. La soga con la que aquél bastardo la había maniatado era muy gruesa y se clavaba en su piel sin piedad alguna. Finalmente, desistió del intento por liberarse y aceptó a regañadientes su nueva condición; ahora era una cautiva con un futuro incierto...
Suspiró con resignación mientras se decía que al menos el tortuoso viaje al fin había acabado y que dentro de poco estaría dentro de aquellos muros de piedra, resguardada del clima otoñal. Por lo menos Diana esperaba que así fuera, aunque había muchas posibilidades de que allí dentro le reparase un destino aún peor que la suerte que hasta ahora había tenido. Pues desde que despertó en aquél desconocido bosque horas atrás, todo había ido cuesta arriba. No solamente había viajado en el tiempo, sino que además había sido secuestrada por un traficante de esclavos y ahora mismo iba a ser vendida al mejor postor.
"¿Cómo había llegado hasta ese punto?", se preguntó la muchacha mientras uno de los secuaces del mercante en cuestión la obligaba a salir de la jaula sin delicadeza alguna. Lo último que recordaba antes de encontrarse en esa lamentable situación era que se había quedado dormida mientras leía un viejo libro rescatado del desván de su nueva vivienda. Hacía solamente un par de días que se había mudado a la vieja mansión que había adquirido por muy poco dinero. Dicho edificio estaba en muy mal estado y necesitaba urgentemente una reforma y ella, aprovechando que trabajaba en una inmobiliaria y tenía contactos en el mundo de la construcción, decidió hacerse con ella y poquito a poco ir reformándola hasta devolverle toda su gloria. Pues sin dudas, aquella casa en su día debió de ser hermosa. Por eso, nada más mudarse allí, decidió explorarla y ver que cosas deberían de ser tiradas a la basura y que otras merecían la pena ser conservadas y así fue como dio con el grueso libro con apariencia tan extraña. Desde que le echó el ojo encima, se dijo que tenía que leerlo lo antes posible y a la segunda noche de estar allí, decidió que era el momento adecuado para hacerlo.
Lo más curioso de todo, era que Diana apenas recordaba el contenido del mismo. Tenía la certeza de que trataba sobre el siglo XVI, de inmensos castillos con sus caballeros de brillante armadura montados sobre hermosos corceles negros, de damiselas en apuros y poco más. En dos palabras, "Cuentos de princesas", pero la realidad era que lo que ella estaba experimentando ahora mismo nada tenía que ver con preciosas historias de princesas ni finales felices... ella se encontraba atrapada en una pesadilla donde en breve sería vendida a saber para qué y quien sería en adelante su nuevo dueño. Otro escalofrío le recorrió la columna vertebral desde la nuca hasta los dedos de los pies, nada más pensar en ello.
Sus desnudos pies pisaron la húmeda tierra de aquél recinto, provocándole que se estremeciera de nuevo y de manera incontrolada, su estómago sufrió una inesperada convulsión. Todos sus nervios se encontraban allí concentrados y ahora le estaban jugando una mala pasada. Y cada vez que la arrastraban más cerca hacia el interior de la fortaleza, más fuertes e intensos eran los dolores. Estaba muy nerviosa, asustada, congelada y encima, los soldados que custodiaban la entrada, no paraban de mirarla con lujuria. Lentamente, bajó su mirada y comprobó con horror cómo su blanquecino camisón debido a la humedad del ambiente se había adherido a sus pechos desnudos, revelando sus pezones color chocolate erguidos por el frío. Inevitablemente, se ruborizó violentamente y no tuvo valor suficiente para volver alzar la cabeza y mirar de frente, así que optó por mirar el suelo y continuar con la silenciosa marcha.
Obligó a sus piernas temblorosas a que se movieran y la condujera junto al resto de prisioneros que encabezaban la fila. Los murmullos de voces que estos emitían y que apenas eran audibles, le hicieron entender que todos ellos serían subastados posiblemente como esclavos sexuales... "¿Esclavos sexuales?, ¿seguro que había oído y entendido bien?". Lamentablemente, sabía que así era... "¿Podía la cosa ponerse más extraña aún?", algo en el interior de Diana le decía que era muy probable.
Ahora mismo su vida había dado un giro inesperado de ciento ochenta grados, todo lo que conocía y era normal en su día a día era diferente. Ahora estaba atrapada en otro mundo, por llamarlo de alguna manera, con gente que tenía otras costumbres, otras culturas y otros conocimientos... ¿Podría ella adaptarse al nuevo cambio?. Por la cuenta que le traía, no le quedaría otro remedio.
Dio un nuevo suspiro, pero esta vez de desesperación. El tiempo seguía transcurriendo, la caminata cada vez se iba acortando y llegando a su fin; y su nuevo destino estaba a la vuelta de la esquina. Así que, Diana decidió que si esa era la vida que ahora le tocaba vivir, tendría que entenderla y saber más de su entorno. Por ello, con ojos ávidos, estudió todo lo que le rodeaba.
Estaba andando, formando una fila india compuesta por un grupo numeroso de al menos veinte personas, la mayoría de ellas eran mujeres y jóvenes, como ella misma, mientras cruzaban por un pasillo estrecho. Éste estaba apenas iluminado con varias antorchas encendidas dispuestas a cada lado del mismo, con una separación de dos metros aproximadamente. Las paredes eran grises y el suelo de piedra pulida estaba cubierto por una espesa capa polvorienta. Alzó la vista y se fijó en sus compañeros, todos ellos, por sus ropas rasgadas y viejas, parecían pobres y humildes aldeanos. A ella debieron confundirla con una también, pues apenas llevaba ropa puesta y ésta, distaba mucho de parecer una prenda de lujo.
Al pensar en ello, no pudo evitar desviar de nuevo su azulada mirada hacia su camisón semitransparente y recordar lo tan expuesto que estaba su cuerpo ante un puñado de desconocidos. Inevitablemente, volvió a sentir como otra ola de calor teñía de rojo sus pecosas mejillas otra vez.
—Vos, la del cabello color fuego -dijo una voz masculina sacándola de sus pensamientos. La marcha se había detenido y ella casi se da de bruces con la quinceañera que iba delante suya. Había estado tan concentrada en sus generosos pechos casi expuestos, que no se había percatado de ello—. Sois la mejor mercancía que dispongo en estos momentos y por ello, seréis expuesta en último lugar -continuó diciendo el hombre que sostenía un látigo y la contemplaba con una mirada amenazante, dirigiéndose a ella—. Apuesto a mi mejor semental a que, los nobles que están ahí dentro esperando, ofrecerán mucho por vos en la subasta.
Continuará...
13 comentarios :
Mmmm... como ya te dije no soy muy buena con los título, pero intentaré algo...
Aquí te dejo algunas propuestas:
- Intrusa en un cuento... ¿de hadas?
- Intrusa en el siglo XVI
- Portal al s.XVI
- Exclaba intrusa
Bueno, son algunas propuestas, pero espero que las demás socias te den otras ideas, porque yo no estoy muy contenta con ellas... no sé... le falta algo...
En cuanto al relato, creo que ya te lo mencioné, pero te lo repito: es muy bueno, y ahora que has ampliado y matizado algunas cosas creo que se entiende más.
Estaré impaciente por ver el título definitivo y más sobre este relato.
Bss!
Joder es buenisimo tia. M encanta como deskribes, es una pasada. He de admitir ke mientras deskribias como se sentia, he notado yo el mismo escalofrio que ella misma.
Me he sentido Diana, en ese siglo extraño secuestrada para ser vendida...
Por favor, ve avisandome de la continuacion del relato.
Un beso y enhorabuena!
Me ha dado curiosidad, leí el prólogo que publicaste.
¿Esto va ser sólo una historia erótica? ¿o tendrá también sado?
Pobre Diana, en una época desconocida y si encima si le toca estar con un sádico...
Jelou, ya estoy de vuelta!!
he leído tu relato, y la historia promete. Si aún no le has puesto título no te preocupes, conforme vas escribiendo saldrá solo.
El título del último relato que escribí me vino a la cabeza de repente, sin pensarlo, cuando ya tenía la historia montada. Si quieres pásate por mi rincón, le echas un vistazo y me das tu opinión. Te advierto que es de lo más siniestro, jaja.
Besos.
a tenido mucho sentimiento! pobre Diana, si que es aterrador.... no se, "Un no tan cuento de hadas" o algo asi. Es todo lo que se me ocurre.
y cuando continuara?
Me parece que la historia podría llamarse "Atrapada" o "La esclava" no sé...
Chulísimo Dulce, me ha gustado mucho. es una idea estupenda, y por supuesto me gusta como lo narras. Seguiré esta historia. Besikoss
Suena interesante, desde luego quiero saber como continua, además de que todo este ambiente medieval es muy atractivo. Me encanta la situación de la chica (llámame malvada jiji) Quiero que lo sigas!!
Un beso
me ha encantado....
es??????
interesante, llamativo, con un toque de simplicidad que me deja con ganas de leer mas....
te ha quedado excelente, creeme. muchas narraciones me aburren pero esta... me a capturado
ojala pueda leerte pronto
Byze
OMG me encanto la naturalidad de la narración.Los viajes en el tiempo (he leido varias historias de estas jeje) son de lo más OMG del mundo porque los personajes que viajan si o si de tienen que adaptar al ambiente y creo que Diana lo hara a las mil maravillas.Es coomo que hay algo en ella que ansia saber más sobre la situación que vive pero no diria que es miedo a lo que le pasará sino curiosidad.Como si supiera que algo o alguien la espera.Coincido con las chicas en que las descripsiones son hermosas y te las podes imaginar visualemte muy bien.De lo unico que podria quejarme es de que QUIERO MÁS jeje.Como todo género tendra sus convenciones pero para mi vas super bien besos mi reina tkm
Yo lo pondría erase una vez y cuando hiciera la reseña explicara Erase una vez que mi vida se convirtió en un cuento de hadas o algo así. Pero solo es una idea. Me gusto mucho tu historia y síguela
Hola Dulce, está muy bueno, al menos el detalle del lenguaje en cierto modo lo justificas, aunque sería como más real decir que la chica era una estudiante de antiguas lenguas muertas, o de un idioma común del siglo XVI o algo así, por eso supo comprender lo que le decian. Quizás fue por eso que se dio cuenta que estaba en ese siglo y no por lo que le dijo la espantada quinceañera... es una opinión, ve como la historia te va tomando rumbo y como se van desarrollando las cosas y luego vas atando cabos...
Se pone interesante... me gusta...
Nos seguiremos leyendo
Que buen tema! Has conseguido dejarme totalmente enganchada, ha sido un gran principio (si...yo ignorando el +18 xD)
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