1. PARTE IV
Diana los observó, vio como Ian rasgaba las ropas de las mujeres que trajo consigo por la parte delantera y las dejaba prácticamente desnudas y totalmente expuestas para que aquél puñado de señores con poder pudieran valorar mejor la mercancía. Aquella visión tan terrorífica, hizo que Diana abriera los ojos de manera desmesurada y mirara el numerito con horror. Estaba totalmente escandalizada, no era lo mismo saber que sería vendía como esclava sexual para el disfrute de algún desconocido, que a su vez, una tuviera que estar así de expuesta delante de tantos ojos lujuriosos y ávidos de sexo. ¡Aquello era como el mismisimo infierno!
2. PARTE XX:
—¡No tan rápido mi lady! —habló de nuevo con aquella hipnotizante voz—, aún no me habéis dicho porqué razón estáis huyendo.
Bien, si respondiéndole conseguía que la dejara en paz, eso haría.
—Caballero, os he de decir de nuevo, que tenéis razón, estoy intentando escapar de las garras de Lord Braine —confesó con voz cortante—, ¿satisfecho? —él simplemente amplió más todavía su sonrisa en respuesta—. Así que, si no es mucha molestia, os suplico que me dejéis pasar.
3. PARTE II
Sus desnudos pies pisaron la húmeda tierra de aquél recinto, cuando la obligaron a bajar de aquél carromato, provocándole que se estremeciera de nuevo y de manera incontrolada, su estómago sufrió una inesperada convulsión. Todos sus nervios se encontraban allí concentrados y ahora le estaban jugando una mala pasada. Y cada vez que la arrastraban más cerca hacia el interior de la fortaleza, más fuertes e intensos eran los dolores. Estaba muy nerviosa, asustada, congelada y encima, los soldados que custodiaban la entrada, no paraban de mirarla con lujuria.
4. PARTE VXIII
—¡Un momento! —exclamó una incrédula Diana, que no daba crédito a lo que sus oídos oían, interrumpiendo la diatriba de la rubia que estaba sentada al lado suyo, mientras la obligaba a que soltara la cadena—. Esto que llevo en el cuello no es de vuestra incumbencia, ¡Por mi os lo regalaría y mandaría hacer cinco más para el resto! —le dijo desafiante, con la barbilla alzada y mirando a las demás, de una en una. Ninguna dijo nada—. Y sobre... Julen —lo llamó esta vez por su nombre de pila, siendo consciente de que acaba de descubrir cómo se llamaba—, digamos que tampoco estoy interesada en él.
Se había establecido un total silencio en la estancia, mientras ella hablaba, pero no era nada comparado con él que se produjo cuando guardó silencio y se concentró de nuevo en comerse el racimo de uva que tenía delante. Era tan incómodo que no pudo evitar romperlo.
—Y si no queréis que Lord Braine me ponga las manos encima, ¡mantenedlo ocupado y satisfecho! —sentenció, dejando claro que efectivamente, las atenciones de Julen hacia su persona, no eran bien recibidas.
5. PARTE XVI
Quizás no era tan ogro como ella pensaba, pero aún así, seguía sin interesarle familiarizar con él. Su único objetivo ahora mismo era descubrir cómo regresar de nuevo a su época. Y eso pensaba hacer en cuanto tuviera ocasión de salir de aquella habitación. Se había fijado un objetivo y nada ni nadie iba a lograr que cambiara de parecer.
—¿Vais a quedaros toda la noche ahí plantada? —preguntó Lord Braine, interrumpiendo sus pensamientos—. Yo no os lo aconsejaría —le advirtió, sin siquiera girarse para mirarla—. Además, esta noche no os voy a tocar —le dijo, aún manteniendo la misma postura en la cama—. Os lo prometo.
3 comentarios :
Yo siento k m estoy perdiendo partes y eso k m tiene enganxada. Perdoname cielo, xo ando con mil cosas....
Hace tiempo que llevo leyendo la historia, prometo comezar a dejar comentarios en las publicaciones que hagas en el nuevo blog. Por mi parte me gusta esa mezcla que haces con nuestro tiempo, la pobre Diana ya no sabe que hacer. Espero que aquella especie de libro tenga la solución para ambos.
Besos y gracias por la historia.
Estupenda historia Dulce!!!! La sigo encantada!!!
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