FINAL DE LA HISTORIA "CAZADA" BY LARA NIDEA (Reto, Diferentes Versiones De Un Mismo Cuento)

Hola a tod@s!, aquí os traigo el final que ha hecho Lara Nidea a la historia creada entre Hada Fitipali y Paty C. Marín: 

Último fragmento anterior:

Mientras hablaba, había desatado los nudos de los pies de Susana, y también los de sus manos. Pero no le soltó el pelo, ni se apartó de su oreja. Ella no se dio cuenta de que estaba libre, tan solo sentía el cosquilleo de sus palabras bajándole por el cuello, los dientes puntiagudos rozándole la oreja, y sobre todo, su cercanía. 

Aquí el enlace para leerla desde el principio:


CAZADA

Final by Lara Nidea

***

Por unos instantes ambos se quedaron quietos, sin moverse. Alex no hacía más que sonreír, sabía que la chica estaba en un duelo interno: el odio y el miedo se removían en su interior, es cierto, pero también podía notar cómo su corazón se aceleraba cada vez que la rozaba, y estaba completamente seguro de que su reacción no era por el miedo…

Cuando él se separó se limpió la sangre que le quedaba manchando sus labio con el dorso de la mano y se dio la vuelta, seguro que la joven tardaría un rato en darse cuenta de que podía levantarse si quisiera. Susana seguía en el extraño sopor que le había inculcado Alex, no se sentía débil, pero sí adormecida; cuando se dio cuenta de que podía mover libremente sus miembros decidió quedarse unos instantes sentada, esperando que el vampiro reaccionara y embistiera contra ella en cualquier momento.

Sin poder evitarlo, podía seguir oyendo su voz en su cabeza, como un susurro irremediablemente cercano, entornó los ojos, intentando imaginarse lo que aquella criatura estaba planeando.

Alex se dio la vuelta, sonriéndole de una forma bastante macabra.

—Sabes que tarde o temprano acabarán contigo —fue diciendo ella mientras lentamente se frotaba las muñecas allí donde antes habían estado las cuerdas, no entendía cómo pero sabía que las palabras de Alex eran sinceras: de momento no la mataría, y eso la preocupaba en cierta medida.

—Sigue intentando convencerte a ti misma, muñeca, pero sabes que cuanto antes asimiles el hecho de que tu estas ahí, y de que yo soy bastante más fuerte que tú, todo será más fácil para ambos.

Susana estuvo calibrando la posibilidad de echarse a correr y salir por cualquier sitio, intentando hacerlo lo más cuidadosamente estudió la habitación: había una puerta detrás del chico y una ventana unos pasos a su izquierda, ¿cuántos pisos habría? Puede que uno o dos por la cercanía del ruido en la calle.

—Ni lo pienses —recitó Alex—, no eres tan rápida como para conseguir escapar por la puerta ni tan inmortal como para sobrevivir a la caída.

—Maldita rata de cloaca…

Intentó decirlo de forma poco audible, pero sabía que él la oiría de todas formas.

Movió la cabeza de un lado a otro y se acercó a la muchacha, la cual instintivamente se levantó de la silla y corrió hacia la puerta, pero al intentar abrirla vio que estaba cerrada con llave.

—Te dije que  no lo intentaras, ahora solo me dejas una única opción. Te avisé de las consecuencias de tus actos, pero eres demasiado… insistente y no quieres hacer caso.  —el vampiro la agarró por el cuello y la levantó un par de palmos del suelo, ella intentó zafarse del agarre, pero el sopor todavía persistía y le era imposible desprenderse de su agarre—. Tu cabezonería te llevará a la ruina.

La tiró contra la cama, dejándola caer con fuerza. El corazón de la joven empezó a latir con fuerza, ¿qué pensaba hacerle ahora? Al sentir su reacción Alex no pudo evitar sonreír.

—Que mente más calenturienta tenéis hoy en día, me parece que estás sacando de contexto lo que estoy haciendo.

Cuando Susana se hubo levantado, él la agarró por la nuca con una mano, mientras que con la otra le aguantaba las manos para que no pudiera golpearlo. Sin poder evitar la tentación le empezó a besar el cuello: besos cortos y suaves. El corazón de ella empezó a latir sin ritmo y el muchacho no pudo evitar sonreír para sus adentros.

—En estos momentos —le dijo, acercándose a su oído hasta casi apoyar sus labios en su lóbulo—, tu muerte me pertenece, si yo quisiera esta podría ser la última vez que respiraras… —se quedó un momento recapacitando, intentando buscar las palabras adecuadas—. Pero como ya te expliqué, eso es algo que no me conviene, al menos de momento.

—N-no podrás llevar a cabo lo que tengas planeado, de un momento a otro vendrán y…

—¿Te refieres al auténtico cazador? —se echó hacia atrás y una carcajada limpia salió de sus pulmones—. No te preocupes por eso, está todo preparado.

Le tiró del pelo hacia atrás y, sin pensárselo dos veces, clavó su boca en el hueco de su cuello, rasgando su fina piel y dejando que un poco de sangre le resbalara por el cuello.

Susana se empezó a debatir entre sus brazos, pataleando todo lo que sus fuerzas le permitían, pero era en vano.

Se desmayó antes de que su captor se separase de ella.

***

Susana despertó en lo bajo de un arcén, al lado de la autopista, la cabeza le dolía a horrores, no entendía por qué la había dejado en aquel lugar; y menos entendía por qué seguía con vida.

Alex se sentó en su cama, recostándose contra la pared. El olor de la cazadora todavía impregnaba el aire de la casa; podía notar su sangre latiendo contra su boca. Sonrió sabiendo que se volverían a ver, y esperó que entonces fuera un juego más divertido.