viernes, 24 de febrero de 2012

LA OTRA CARA DEL RELATO "VAMPIRESA CENICIENTA" (desde la pespectiva de Dante) BY MELII


Esta es la parte del reto Las dos caras del mismo cuento, de nuestra compi Melii. La primera parte (desde la perspectiva de Emily) la hizo Memetin y podéis leerla aquí.

 VAMPIRESA CENICIENTA

—¡Maldita sea, viejo! ¡Me tendrías que haber preguntado al menos!


Los gritos del joven Dante Alighieri, se oían por todo el castillo, ocasionando de sirvientes y mucamas se escondieran en la cocina para no enfrentar con el joven año estando tan furioso como en ese momento.


—Más respeto con tu padre, jovencito. —le reprochó Stefano a su hijo, mientras miraba divertido la escena que éste armaba.


—¿¡Respeto!? —preguntó su hijo con sarcasmo— ¡Tú fuiste el que organizó un baile a mi nombre! Y lo peor de todo, para buscar una esposa…


Dijo Dante con los dientes fuertemente apretados para evitar decir, varias palabras que sin duda más tarde ese día, se lamentaría. Pero aun así, no podía dejar de sentir enojo a su padre, quien sin su consentimiento organizó un baile para buscarle una esposa, ¡A él, a Dante Alighieri! ¿Es que su padre no lo creía capaz?


Sin embargo, algo muy dentro de él, estaba ansioso. Y, aunque jamás lo admitiría, le emocionaba la idea de bailar con todas las jóvenes solteras de la ciudad. Pero dada su condición como híbrido también le daba un poco de nervios el estar presente en enfrente de toda una multitud de vampiros de sangre azul.


Dejó escapar un suspiro resignado mientras se pasaba una mano por el pelo, los vampiros sencillamente lo ponían de mal humor. Parpadeó un par de veces y centró su mirada color verde en los ojos de su padre y le dijo: —Me iré a tomar un poco de aire.


Y sin esperar el permiso de su padre, azotó con violencia la puerta del estudio y bajó los escalones de la Mansión Alighieri de dos en dos. Sus pasos resonaban por todo el pasillo, los sirvientes corrían detrás del joven amo para hacerle saber los más recientes chismes de la sociedad vampírica, pero éste sin embargo hacía oídos sordos a los comentarios de estos y salió por la puerta principal sin decir ni una sola palabra o hacer un gesto.


***


Dante no tiene un lugar en mente. Él simplemente va a donde sus pies lo quieren llevar, le gusta pensar que él es como el viento, libre y sin compromiso pero en cuanto llega a su hogar, él es obligado a transformarse en el horrible personaje de príncipe malvado aunque él no lo sea.


Nunca demostró su verdadera personalidad con su padre, tal vez por el carácter, por el miedo, por la posición en el Consejo, ¿Quién sabe? Solo hay una persona que lo conoce mejor que nadie. Emily.


Emily.


Repite otra vez en sus pensamientos, aquella joven híbrida que desde el primer momento en que la vio, se enamoró. No sabe con exactitud como se le ocurrió ese pensamiento, pero está seguro de que es acertado. Él piensa las posibles razones para que le guste tanto aquella joven, ¿Será porque ambos perdieron a su madre? ¿Por qué son híbridos? ¿Por las miradas de asco que reciben? ¿Por qué…? Sus pensamientos son cortados de repente cuando ve a la joven de sus pensamientos, recostada con un árbol.


Él sin pensarlo dos veces, decide asustarla un poco aunque sea solo por diversión. Dante trata de hacer el más silencio posible para que Emily no lo escuche porque sabe que ella tiene un oído por afinado, pero por desgracia en el momento en el que él se agacha detrás de un arbusto, una ráfaga de viento hace que se le alborote todo el pelo, trata de permanecer quieto como una estatua pero sin embargo Emily lo llama por su nombre para que se acerque a donde se encuentra ella.


Se para enfrente de ella sin saber que decirle, esta muy nervioso y las frases que piensa no tienen coherencia así que dice lo primero que se le viene a la mente.


—¡Hey! ¿Has tenido que ir a comprar algo? —Idiota pregunta considerando que tiene un montón de bolsas a sus pies, Dante. Se recrimina mentalmente.


Nada importante. —Contesta ella, evasiva como siempre. — ¿Por qué te ocultabas en los arbustos?


—¡Quería sorprenderte! —Exclamó de repente, dos segundos después se da cuenta de las palabras que acaban de salir de su boca pero no las retira porque ella comenzó a sonreírle. Ella se acerca hasta el cuerpo de él y extiende su mano para comenzar a sacar las hojas que se han quedado agarradas al pelo de él. Pero de lo que ella no se da cuenta, es de los latidos acelerados de él cada vez que ella lo toca, aunque sea muy suavemente.


—¿Qué tal va todo?


Es una pregunta un poco incómoda para él así que decide contestarle con una evasiva: 

Oh...Bien, nada del otro mundo. He oído que tu casa se ha levantado un tanto alborotada hoy. —Tal vez no sea un tema del que prefiera hablar, pero es suficiente como para que ella olvide la pregunta anterior.


Bueno, por lo visto la Corte va a dar un baile por un motivo que a mí no me concierne.


¿Qué? Pensó Dante asombrado, ¿Por qué Emily no va al baile? Y pensar que tenia planeado pasar el rato con ella pero evidentemente su padre le había leído sus pensamientos e invitó a todas las vampiresas pura sangre y no a un híbrido. Irónico.


¿¡Qué dices!?Exclamó, diciendo en voz alta sus pensamientos. Siento que te verías muy linda con un vestido del tipo siglo 17.


Sin embargo, esta frase hace enrojecer hasta las raíces de su pelo a Dante  mientras que Emily parece no notarlo y continúa con la conversación.


Pero Dante, yo nunca voy a querer involucrarme en una atmósfera tan fría y horrenda como esa. Si ya de por sí mi madrastra es fría...me pregunto cómo serán los demás que son peores que ella.


Comprendo como se siente ella, pensó Dante. Porque fue el mismo pensamiento que tuvo él en la primera reunión de Consejo, cuando su padre anunció cual era la “condición” es decir, cuando confesó que su hijo era un híbrido. Todavía, Dante, tiene pesadillas en la noche, no son monstruos los que lo atormenta, sino las miradas de puro odio y asco, que recibe por parte del Consejo mientras que él, teniendo solo 6 años, debe soportar.


Entiendo. Dice él.Me gustaría estar en un baile y que fuese contigo.


Al parecer esto sí hizo efecto en ella, porque Emily enrojeció violentamente y se dio la vuelta para marcharse rápidamente, ante esta acción Dante no pudo sonreír con satisfacción porque él sabia que algún día ella sería para él. Pero se sorprendió cuando ella, estando más lejos, miró sobre su hombro y hubo un amago de sonrisa en su cara.


***


—Señor, quédese quieto. —Decía una de las mucamas mientras intentaba tomarle la medida del chaleco para Dante.


—Lilian, ya te dije que cuando estemos solos me digas Dante no “Señor” —Criticó Dante. — Y además esto pica mucho.


Lilian, no pudo evitar sonreír al ver la cara que puso su joven amo cuando le dio la ropa para el baile de esta noche. —Discúlpeme Sr. Dante., mi intención no era ofenderlo.


Dante, ante la evidente colaboración de Lilian, dejó salir un bufido y puso sus ojos en blanco. Se acercó hasta su cama y se dejó caer de espaldas mientras la mucama comenzaba a ordenar su habitación. Él comenzó a pensar sobre la breve conversación que tuvo esa mañana con su padre.


Siempre se preguntó porque su padre le dio su apellido, o tal vez porque él admitió tener un hijo híbrido cuando era un respetado ciudadano de la sociedad vampírica, es decir, ¿Por qué lo hizo? Sin embargo, Dante estaba más que seguro que la respuesta a esa pregunta jamás la obtendría porque tendría que estar con su padre a solas y habría mucho alcohol y sangre de por medio. Jamás preguntaría, se decidió.


—Lilian ¿Cuánto falta para el comienzo del baile? —Preguntó Dante.


—Unos 10 minutos, joven. ¿Está ansioso?


¿Lo estoy? Pensó Dante. —Algo, supongo. Sobretodo por la realeza. —Él se sorprendió cuando aquellas palabras que estaba pensando las pronunció en voz alta y pensó que por favor la mucama no sospechara nada por la confesión.


— ¿Realeza? Pero joven amo, usted también es de la realeza. No hay porque preocuparse. —Lo calmaba Lilian, sin saber que aquellas palabras lo preocupaban más y más a Dante.


Entonces, cuando él le iba a responder, llaman a su puerta. La mucama le pregunta con la mirada a Dante si desea que abra la puerta, él asiente con la cabeza y se levanta de la cama para hacerle frente a la persona detrás de la puerta.


—¿Quién es? —pregunta autoritariamente.


—Tu padre.


Lilian, abre los ojos y le pregunta en un susurro: — ¿Quiere que me vaya, joven amo?


Dante, mira de la puerta a la amable mucama y se sorprende al pensar que no quiere que se vea afectada por la discusión con su padre. —Si, es lo mejor. —dice él.


Se acerca hasta la puerta, y la abre permitiéndole salir a la mucama, quien hace una reverencia ante su padre y dice: —Con su permiso. Majestad, príncipe. —Ella cierra la puerta y deja a Dante solo con su padre.


—Espero que te estés preparando, Dante.


—Si, lo estoy. —dice.


—¿Ansioso por conocer a tu futura esposa? —pregunta Stefano con sarcasmo.


—Algo. —responde vagamente.


—Sabes que solo irán vampiros de la realeza, ¿no?


—Si.


—Quiero que te comportes como un verdadero príncipe y no dejes que sus comentarios te afecten.


Dante mira a su padre sorprendido por aquella mínima muestra de afecto, él quiere decir algo pero su padre lo interrumpe moviendo su mano. —No, no. No dirás nada, hijo. —Él se da la vuelta pero antes de salir de la habitación, mira sobre su hombro y dice: —La seguridad en el baile será mínima así que es probable que haya “invitados” extras. —Dice con una sonrisa mientras cierra la puerta de la habitación.


Dante se extraña  al oír la ultima frase la oración, es probable que haya invitados extras. ¿Qué habrá querido decir con eso? En ese momento, comienza a sonar el reloj anunciando que ya es hora de ir al baile. Dante agarra su mejor ropa y comienza a cambiarse, lo que hace en tipo record.


Cierra la puerta de su habitación, y baja por las escaleras notando por primera vez, lo vacío que parece su casa. Llega hasta las puertas del salón y un híbrido del otro lado dice:


—Con ustedes, damas y caballeros, el príncipe Alighieri.


Al terminar la frase, dos vampiros, abren la puerta que ocultaba la presencia de Dante haciendo que la multitud de vampiros vea quien es realmente su “príncipe”. Hay algunos vampiros quienes comienzan a insultar al joven amo, por su condición como híbrido; otros están demasiado sorprendidos como para obtener una reacción y otros simplemente no les dan mucha importancia. Sin embargo en todo momento, Dante, nunca sacó su máscara de indiferencia hasta que se encontró con una cara familiar entre la multitud de vampiros.


Emily.


Ella mira hacia donde él se encuentra y camina esquivando a las personas de por medio mientras que él no puede evitar mirarla con extrañeza y piensa ¿Qué hace ella aquí? Emily se inclina hacia él para hacerse escuchar entre la música y las conversaciones del salón.


Me gustaría ir a un baile y que fuese contigo. —Dice.Sólo me tienes hasta las 12 de la noche, Dante...Y entonces, desapareceré de todos ellos. Pero, como en el cuento de la Cenicienta, el príncipe encuentra a Cenicienta.


Él simplemente sonríe ante la ocurrencia de Cenicienta en toda esta historia, y suavemente le aparta un mechón del pelo, la agarra de su muñeca izquierda y rodea la cintura de ella el otro brazo. Y para añadir un poco más de romance a esta escena, la banda comienza a tocar una melodía lenta y suave ideal para bailar un vals.


Entonces. —Dice él, siguiendo la broma.No te olvides del zapato.


—Por una extraña razón siempre supe que estaba enamorada, pero pensé que sólo bromeabas. —Dice ella, insegura. Mientras que él se reprocha no haber sido un poco más directo con sus intensiones. Pero él decide ahora, y la besa con ternura, como si se fuese a romper, y esta vez él cree que lo hizo bien.


—¿Ahora lo crees? —Le pregunta Dante.


—No, —Él siente que su corazón deja de latir hasta que ella continúa. — por eso, te confío esto. —le ofrece una postal antigua donde se puede apreciar una antigua parcela, que al parecer es imposible de llegar para los vampiros dado por los soleados días que siempre hay. Pero posible para un par de híbridos. —Éste es mi zapatito de cristal.


—Entonces, no tardaré en encontrarte. —dice él y la vuelve a besar.  —Mi Cenicienta...


Entonces, mientras suenan las campanas de las doce, una pareja de híbridos bailan lentamente entremedio de una multitud de vampiros, haciendo caso omiso a las conversaciones de su alrededor  porque después de todo, ellos están en su propio cuento de hadas.


FIN

2 comentarios :

María O.D. dijo...

¡Que bonito cuento! La ultima frase esta genial! *-* ¡saludos!

Melii♥ dijo...

Me alegro que te haya gustado Maria!!! :D
Jeje gracias *rubor* tuve un pico de inspiración al final jajaja xD